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Etiquetado frontal, la tendencia que permite al consumidor saber con exactitud lo que consume

Etiquetado frontal, la tendencia que permite al consumidor saber con exactitud lo que consume

Las leyes de etiquetado vigentes en España responden directamente a lo establecido en el reglamento 1169 del Parlamento Europeo y del Consejo.

Este reglamento indica que todos los productos transformados industrialmente y destinados al consumo humano, deben incluir información nutricional clara sobre sus valores nutricionales, haciendo visible datos como grasas, valor energético, cantidad de hidratos de carbono, azúcares, proteínas, sal y vitaminas adicionadas al producto.

Todo esto ha sido de gran beneficio para la población, sin embargo, los Colegios de Dietistas-Nutricionistas reclaman actualizaciones de esta regla y cambios en el modelo de etiquetado, trasladándose al Etiquetado frontal, que se basa en el Nutri-Score.

¿Qué es Nutri-Score o etiquetado frontal?

Ambos términos son sinónimos, y se refieren a un nuevo modelo de etiquetado de productos procesados, que según los expertos  podría ayudar a que las personas tomen una mayor consciencia sobre sus hábitos alimenticios.

Nutri-Score, es un formato que fue presentado en Noviembre de 2018 por la Ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo. Se trata de una herramienta que permite simplificar la tabla de valores nutricionales que se viene utilizando.

Etiquetado frontal (FOP, según las siglas en inglés, ‘front of pack’), es un modelo que ya se utiliza en muchos países y que en España aun no es obligatorio, pero si muchas empresas han comenzado a utilizar de manera voluntaria.

Muchos nutricionistas del país se han reunido para alzar una petición formal sobre la implementación definitiva de este esquema de etiquetado, en busca de mejorar la alimentación de los españoles y ayudarlos a que modifiquen sus hábitos alimenticios.

El etiquetado frontal permite conocer la calidad del producto de manera inmediata

Hay mucha evidencia científica sustentando el coloquialmente llamado “semáforo”, confirmando que cuando el consumidor es alertado de manera adecuada, comienza a tomar consciencia sobre sus hábitos alimenticios y busca maneras de consumir mayor cantidad de productos con nivel nutricional adecuado.

Detrás del Nutri-Score existe un algoritmo que determina la escala a la cual pertenece determinado alimento procesado, de la A a la E, según la cantidad de nutrientes buenos y malos que posea.

Para algunas marcas, esto puede implicar un grave problema, porque deja en exposición que sus productos incluyen valores altos en sodio, azúcar y grasas saturadas, que los vuelven poco valiosos a nivel nutricional, quizás perdiendo algún porcentaje de ventas.

Otras marcas, en lugar de preocuparse, se han comenzado a ocupar, trabajando nuevas formulas de productos que brinden igual sabor, pero con una calidad nutricional superior, sustituyendo determinados ingredientes y consiguiendo alternativas más beneficiosas con el organismo humano.

El etiquetado frontal no es un reglamento obligatorio. Marcas grandes han anunciado que si se van a adecuar de forma voluntaria, pero utilizando una fórmula distinta a la presentada por la Ministra de Salud.

Finalmente, la gran ventaja es para el consumidor, ya que puede estar mejor informado respecto a la calidad de los productos que consume y así poder tomar mejores decisiones que deriven en una alimentación más saludable.