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Gestión y estrategia alimentos frescos

En la revista de referencia Alimarket encontramos un artículo sobre la gestión de alimentos frescos y la estrategia de entrega directa a tienda, a continuación ofrecemos un extracto del mismo.

alimentos frescos

La gestión de alimentos frescos y la estrategia de entrega directa a tienda

Los alimentos frescos se asocian a opciones más saludables, ingredientes de mayor calidad y un mejor sabor que los productos precocinados. Para los fabricantes de alimentos y bebidas, ampliar su oferta de productos frescos plantea, sin embargo, algunos desafíos: gestionar más productos con una vida más corta en las estanterías y que, potencialmente, pueden caducar antes de venderse. Los productos fuera de fecha suponen un gasto y una potencial posibilidad de venta perdida, tanto para los fabricantes como para los comerciantes.

La entrega directa a tienda (Direct Store Delivery, DSD) posee un largo historial como parte integral de la industria alimentaria. Mientras algunos fabricantes eligen a grandes distribuidores para suministrar sus productos, aprovechando las potenciales ventajas de costes a escala, otros han continuado utilizando DSD por numerosas razones.

Con la entrega directa a tienda, el fabricante tiene un mayor control sobre cómo se manejan sus productos y puede ajustar el etiquetado sobre fechas de caducidad y consumo preferente. No obstante, la entrega directa a tienda no es algo que deba adoptarse sin tener un pleno conocimiento de que generará un nuevo nivel de complejidad en el negocio, tanto desde la perspectiva de los procesos como de los sistemas subyacentes que se verán afectados.

Algunas compañías intentan gestionar el paso a la entrega directa a tienda a través de sus soluciones de software ERP y CRM existentes. Otras reconocen la necesidad de contar con una solución de software especializada que atienda los matices de la entrega directa, pero deben lidiar con la integración de esta estrategia en el resto de sus sistemas de negocio. El resultado son silos de software y procesos que nunca llegan a hacer realidad la promesa de la entrega directa a tienda.

La rotación de los productos es clave para los alimentos de vida breve en las estanterías, así como minimizar las posibilidades de que los productos se estropeen o se pasen de fecha antes de llegar al consumidor, ahorrando a los fabricantes y minoristas el gasto de retirar el producto y, lo que es más importante, garantizar que dispongan de la cantidad apropiada de productos frescos para el consumidor. Esto puede complicarse dependiendo de quién lo gestiona en el comercio minorista.

No se trata solo de software. Uno de los tópicos sobre la entrega directa en tienda es que cada permutación y combinación de métodos será utilizada por los fabricantes DSD para servir a los clientes. Era algo que se daba con las rutas de pre-venta o de puerta a puerta. Hoy, pueden existir combinaciones sobre la misma ruta y, algunas veces, incluso en la misma tienda, donde se sirve de una forma al expositor frontal y de otra al resto de la instalación, por parte de varios individuos compensados también de diversas formas. Esto nos lleva a la pregunta de qué es más importante, ¿las capacidades del software utilizado, o los procesos empleados y, finalmente, las personas implicadas? La conclusión lógica sería que ambos, ya que no puedes tener uno sin el otro, uno es una herramienta que debe reflejar los procesos y ser utilizada de forma sencilla por las personas que manejan el software. Si tienes un software de bajo (o lento) rendimiento, supondrá un detrimento en tus procesos, por ejemplo.

Finalmente, otro factor que no debe pasarse por alto es que una vida más corta en las estanterías y la adopción de la estrategia DSD cambiará probablemente los flujos de la demanda. Dependiendo del número de referencias en el catálogo, el volumen de los pedidos tenderá a decrecer mientras que la frecuencia se incrementará. Esto requerirá un enfoque más dinámico para programar las tiradas cortas comunes. Aunque esto, puede subir los costes si no ha sido planificado adecuadamente, el beneficio global de reducir la cantidad de productos fuera de fecha o las situaciones de desabastecimiento en la tienda supera en mucho sus riesgos.

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