Un producto de marca blanca es aquel elaborado bajo una marca perteneciente a una cadena de distribución, el cual tiene un costo mucho más conveniente para el consumidor que las marcas del fabricante, es decir de las marcas reconocidas nacional e internacionalmente. La marca blanca surge de la necesidad de aprovechar al máximo la cadena de consumo, invitando al usuario a llenar el carro de la compra con productos de excelente calidad y a buen precio. En momentos de contracción económica, donde el gasto se restringe, este tipo de productos suele tener un auge considerable y se convierten en la principal opción que tienen los consumidores para minimizar sus gastos mensuales. En los últimos años, esta clase de productos han evolucionado, posicionándose como competidores directos para los demás fabricantes, creando una identidad propia basada en la excelente relación calidad-precio que otorgan estos productos, con respecto a las marcas reconocidas. Según el informe Balance y Perspectivas Gran Consumo 2015, elaborado por la consultora Kantar Worldpanel, la marca blanca alcanzo un 34% de las compras totales de los españoles, y cada hogar tuvo un gasto promedio de unos 786 euros mensuales en productos de marca blanca. Según este mismo estudio, los artículos de la sección de droguería son los que más mueven ventas de productos de marca blanca, con un 49% de las compras, seguido de cerca por los alimentos envasados con un 36% y los artículos de perfumería un 12%. • Droguería La excelente relación entre calidad y precio que ofrecen estas marcas en algunos establecimientos, han causado que se vuelvan inmensamente populares entre todos los sectores económicos. Los productos más vendidos son las cremas, champús, y mascarillas. • Alimentos envasados Productos congelados, alimentos en conserva, cereales y lácteos son por mucho los más vendidos diariamente en las cadenas de supermercados españolas. • Perfumería Los productos de marcas blancas más vendidos dentro de la sección de perfumería incluyen todos aquellos relacionados con el cuidado personal y de bebés. En la actualidad, las marcas blancas conviven armoniosamente con las marcas de fabricantes reconocidos, y ya no solo son la opción ideal para las personas de menor poder adquisitivo, sino que se han establecido lazos emocionales con las marcas propias de los supermercados, disipando la idea original de que se trataba de productos inferiores tanto en calidad como en costos y que su uso solo se reducía a las familias de ingresos bajos. Es tal la competencia y el nivel de penetración que han tenido estas marcas en la vida cotidiana de las personas, que aunque aun son una opción más económica, las diferencias entre un producto y otro se están acortando, principalmente porque los fabricantes reconocidos han disminuido sus precios en un 2% aproximadamente, según cifras de las Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). La competencia entre ambos fabricantes es definitivamente beneficiosa para el consumidor, quien en definitiva recibe el beneficio de tener muchas más opciones para elegir la que mejor le convenga según sus gustos, necesidades particulares y capacidad monetaria al momento de realizar la compra mensual.

Los tres productos de marca blanca que más se venden en España

Un producto de marca blanca es aquel elaborado bajo una marca perteneciente a una cadena de distribución, el cual  tiene un costo mucho más conveniente para el consumidor que las marcas del fabricante, es decir de las marcas reconocidas nacional e internacionalmente.

La marca blanca surge de la necesidad de aprovechar al máximo la cadena de consumo, invitando al usuario a llenar el carro de la compra con productos de excelente calidad y a buen precio. En momentos de contracción económica, donde el gasto se restringe, este tipo de productos suele tener un auge considerable y se convierten en la principal opción que tienen los consumidores para minimizar sus gastos mensuales.

En los últimos años, esta clase de productos han evolucionado, posicionándose como competidores directos para los demás fabricantes, creando una identidad propia basada en la excelente relación calidad-precio que otorgan estos productos, con respecto a las marcas reconocidas.

Según el informe Balance y Perspectivas Gran Consumo 2015, elaborado por la consultora Kantar Worldpanel, la marca blanca alcanzo un 34% de las compras totales de los españoles, y cada hogar tuvo un gasto promedio de unos 786 euros mensuales en productos de marca blanca.

Según este mismo estudio, los artículos de la sección de droguería son los que más mueven ventas de productos de marca blanca, con un 49% de las compras, seguido de cerca por los alimentos envasados con un 36% y los artículos de perfumería un 12%.

  • Droguería

La excelente relación entre calidad y precio que ofrecen estas marcas en algunos establecimientos, han causado que se vuelvan inmensamente populares entre todos los sectores económicos. Los productos más vendidos son las cremas, champús, y mascarillas.

  • Alimentos envasados

Productos congelados, alimentos en conserva, cereales y lácteos son por mucho los más vendidos diariamente en las cadenas de supermercados españolas.

  • Perfumería

Los productos de marcas blancas más vendidos dentro de la sección de perfumería incluyen todos aquellos relacionados con el cuidado personal y de bebés.

En la actualidad, las marcas blancas conviven armoniosamente con las marcas de fabricantes reconocidos, y ya no solo son la opción ideal para las personas de menor poder adquisitivo, sino que se han establecido lazos emocionales con las marcas propias de los supermercados, disipando la idea original de que se trataba de productos inferiores tanto en calidad como en costos y que su uso solo se reducía a las familias de ingresos bajos.

Es tal la competencia y el nivel de penetración que han tenido estas marcas en la vida cotidiana de las personas, que aunque aun son una opción más económica, las diferencias entre un producto y otro se están acortando, principalmente porque los fabricantes reconocidos han disminuido sus precios en un 2% aproximadamente, según cifras de las Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). La competencia entre ambos fabricantes es definitivamente beneficiosa para el consumidor, quien en definitiva recibe el beneficio de tener muchas más opciones para elegir la que mejor le convenga según sus gustos, necesidades particulares y capacidad monetaria al momento de realizar la compra mensual.