Los contextos social y cultural de cada época han modificado el comportamiento del ser humano desde sus orígenes. Esto no ha sido diferente en los hábitos de consumo, que han evolucionado con los años y con la tecnología. La aparición del e-commerce creó una nueva forma de interactuar entre consumidores y productos, dándoles a ambos una nueva dimensión.
Los consumidores pasaron de ser compradores pasivos a ser «analistas» de productos. Ahora no solo cuestionan a quienes les venden, sino que también interactúan con otros consumidores. Así, el perfil del consumidor actual plantea retos para los comerciantes, que buscan ajustarse a sus demandas.
Cambios en el perfil del consumidor
El consumidor del siglo XX
Hasta hace poco más de veinte años, los consumidores compraban casi a ciegas, sin mayor información sobre un producto. El mercado estaba dirigido por la oferta, sin que los comerciantes obtuvieran mayor información sobre sus consumidores. Puesto que el interés era principalmente de quien vende, se recurría a la publicidad recurrente e intrusiva de forma de ofrecer un producto. Por su parte, para obtener y conocer la variedad de productos, el consumidor hacia su «búsqueda» de tienda en tienda física, comparando precios y calidad.
El consumidor del siglo XXI
Con los cambios tecnológicos y su desarrollo acelerado, los consumidores se han vuelto expertos y exigentes. La demanda pasó a definir el mercado. Los comerciantes deben conocer y satisfacer las necesidades de sus clientes. Antes de comprar, los consumidores investigan por Internet las características del producto que desean adquirir y consultan otras opiniones. Puesto que se volvió proactivo, las estrategias de persuasión de los comercios son más sutiles e incluyen otras informaciones relacionadas al producto que puedan ser de interés para el consumidor.
Internet representa un «centro comercial» en el que se pueden conseguir muchas tiendas en un solo sitio. ¿Las ventajas? Hacerlo desde la comodidad de tu casa, en el horario que más te convenga y «llegar» sin tráfico. Las empresas deben ser visibles en Internet para poder ser tomadas en cuenta por los consumidores. Datos como calidad del producto, usabilidad, durabilidad y grado de satisfacción son informaciones comunes que se consiguen por Internet. Otro valor importante del comercio de hoy día ha sido el uso de la entrega a domicilio, que según algunos datos corresponde a más del 70% de los métodos de entrega.
Como ya hemos dicho, el consumidor es más escéptico con la publicidad y busca verificar las «bondades» de un producto. La satisfacción total de sus requerimientos es una condición indispensable para realizar una compra. Por otra parte, el ritmo de vida vertiginoso requiere maximizar el tiempo de cada actividad, lo que se facilita a través de Internet.
Finalmente, la tendencia green impone un estilo de vida ecológica y saludable que también define a la persona como consumidor. En este sentido, han aumentado la búsqueda de productos orgánicos, reciclados y de bajo impacto con el entorno. Además, buscan que los productos les generen bienestar y salud física y espiritual.