La recuperación económica de España se viene asociando son ciertos cambios en los patrones de consumo de las personas. A un mayor nivel de optimismo y confianza en la economía, le corresponde un aumento en el consumo, el tipo de artículos que se adquieren, el volumen de compra, pero en la actualidad, hay otro parámetro que se toma en cuenta para crear el nuevo perfil de cliente: el horario de consumo.
La tendencia actual y el perfil que comienza a sobresalir es la figura del consumidor nocturno, un cliente que por variadas razones, prefiere hacer las compras en horarios bajos, generalmente luego de las 10 de la noche, hora en la que el grueso de la población ya se encuentra en casa, descansando luego de un arduo día de trabajo.
El consumo nocturno en España
Puede que el consumidor nocturno no sea un fenómeno nada nuevo. El español promedio suele gastar sus horas nocturnas en la barra del bar o en algún restaurante de tapas compartiendo con amigos o teniendo una cita, lo que no hemos analizado es la implicación de este fenómeno en el sector de la venta minorista de comestibles.
Empresas como McDonald’s fueron pioneras al momento de establecer horarios extendidos las 24 horas ya que entendieron el potencial que representa el consumidor nocturno, asunto que les ofreció tan buen resultado que hoy día son 160 los restaurantes de la empresa que laboran en España con horarios que cubren 24 horas del día.
Esto es señal inequívoca de que los patrones de consumo del público español están cambiando y como la manera de reaccionar a los cambios es adaptándose a ellos, entonces los supermercados tendrán que tener muy en cuenta lo que está ocurriendo para poder tomar las medidas de ajuste correspondientes, intentando ganar la carrera por fidelizar al consumidor nocturno.
¿Se popularizará aun más esta tendencia?
Vemos un gran debate en la actualidad por determinar si es verdaderamente rentable para un establecimiento de comestibles, abrir en horario nocturno. Las organizaciones de defensa del trabajador reclaman una desmejora en la calidad de los empleos ofrecidos por los cambios de horario mientras que los ambientalistas indican el desperdicio energético que hay detrás de poner a funcionar un supermercado las 24 horas.
En el centro del debate, los supermercados que buscan rentabilizar sus modelos de negocios y atender las necesidades del cliente, cuyos cambios en los patrones de consumo están arrojando la aparición de un nuevo perfil, el consumidor nocturno, que con sus nuevos hábitosestá promoviendo cambios profundos en el panorama del comercio minorista de víveres y comestibles.
Así como ocurre con el auge del comercio electrónico, con respecto a las compras nocturnas los supermercados están luchando por adaptarse, por mantenerse en la cresta de laola en cuanto a las tendencias, acomodarse a la conveniencia de los clientes y superar las barreras que supone el operar las 24 horas del día. Ahora, solo falta ver cuántos establecimientos tienen la capacidad de adaptarse completamente a estos cambios.