Consumo saludable y otros cambios en la industria alimentaria

Consumo saludable y otros cambios en la industria alimentaria

El consumo saludable es una de las tendencias que dominó 2019 y se proyecta algo similar para 2020. Cada vez mayor cantidad de persona opta por una alimentación más saludable, reduciendo el consumo de algunos artículos y dando preferencia a los alimentos ricos en fibras, libres de azúcar, elaborados de forma artesanal, libres de gluten, etc.

No debe existir ningún consumidor español que no haya colocado en su cesta de compra mensual algún producto cuyo empaque resalte características como “libre de azúcar”, “rico en fibras”, “integral” o algo similar. Lo que ocurre es que el consumidor ha cambiado y la industria alimentaria se ha adaptado progresivamente en un intento por satisfacer las nuevas demandas.

¿Qué es el consumo saludable?

Con este término se intenta dar a entender un patrón de consumo donde el comprador se hace cada vez más consciente de que sus decisiones y elecciones alimenticias tienen una incidencia directa tanto sobre su bienestar como el medio ambiente. La alimentación saludable es una tendencia que ha permanecido en auge durante los últimos años.

Recientemente, hemos visto una explosión por la preferencia de productos que se elaboren bajo procesos de fabricación respetuosos con el medio ambiente. Esto ha hecho que la industria alimentaria cambie por completo; surgen nuevas marcas, las antiguas se reinventan y en todo el sector se desarrolla y compromiso por el desarrollo de actividades sostenibles.

Algunos de los cambios más interesantes que ya son una realidad, pero que veremos profundizarse en los siguientes años, son los siguientes:

  • Smart Food. Alimentos que favorecen la digestión, con centro en los valores nutritivos, eliminación de los conservantes y químicos, además de implementar procesos industriales con criterios de sostenibilidad. Ejemplo de ello, la última apuesta de la franquicia global de comida rápida, Burguer King, cuya publicidad muestra el proceso de descomposición de su producto bandera.
  • Se escogen los productos locales. En general, el consumo saludable apunta a la ecología y eso implica dar preferencia a los productos de fabricación local frente a los de otras latitudes en un intento por reducir la huella de carbono en la industria alimentaria. Una de las pautas contra el cambio climático es aprovechar los alimentos disponibles en el entorno.
  • Comida real, alimentos sin procesar. Poco a poco las personas han comenzado a dejar a un lado los productos con exceso de químicos y conservantes. En España, se nota el regreso a patrones alimentarios más tradicionales como la dieta mediterránea, dejando un poco a un lado a la comida rápida, que aún se consume pero con más criterio.
  • Experimentos con sabores de otras fronteras. Gracias a internet y las redes sociales, el consumidor tiene acceso inmediato a formas distintas de preparar los alimentos de siempre. Esto permite que se experimenten con sabores provenientes de otras latitudes, incluyendo ingredientes, condimentos y frutas tropicales, poco habituales en las zonas mediterráneas.

Todos estos cambios relacionados al consumo saludable ya son una realidad. Solo veremos su profundización en los siguientes años.