La industria alimentaria española se ha trazado algunas metas importantes para el 2020, principalmente asociadas al desarrollo de un modelo de producción y distribución que sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Algunas de las iniciativas para reducir el impacto medioambiental relacionado con la industria, ya fueron puestas en marcha durante 2019.
El mundo cambia a paso vertiginoso y la industria alimentaria debe adaptarse a ellos. Esto es algo que ya mencionaba José Manuel Durao Barroso, en un discurso mientras fuera presidente de la Comisión Europea en 2014, donde mencionaba que “En un mundo en transformación, queremos que la UE posea una economía inteligente, sostenible e integradora”.
Se trata de un argumento que se ha repetido en el inauguración del Congreso Alimentamos un futuro sostenible: Retos ambientales de la Industria Alimentaria a 2020 en Envifood Meeting Point. Aquí, se presentaron cinco soluciones desafiantes para la industria alimentaria española, en lo referente a la gestión de los recursos, higiene y eficiencia energética.
5 desafíos que la industria alimentaria española tendrá afrontar en 2020
-
Uso correcto del agua
Optimizar los procesos de producción es la tarea fundamental de la industria para 2020. El sector de alimentos y bebidas logró reducir el gasto de agua en un 33% desde el año 2006, pero este número aún puede mejorarse y las empresas deben asumir el compromiso, sin que esto suponga un cambio negativo en la calidad de los productos.
-
Higiene
Desarrollar innovaciones que permitan mejorar la eficiencia de la higiene, atendiendo a criterios de protección de medio ambiente en la segunda tarea de la industria alimentaria española para 2020. Optimizar procesos de limpieza a través de maquinarias bien diseñadas, puede representar un 20% de ahorro de agua, además de una reducción de costos a largo plazo.
-
Mayor eficiencia energética
Aprovechar mejor la energía dentro del sector alimentario es una de las clave para ser más eficientes y responsables con el medio ambiente. Se contempla la producción de biogás a partir de residuos alimentarios para utilizarlo como combustible, según las propuestas de innovación realizadas en proyectos como el Greenfoods o Biogas3 y el Ad-Wise.
-
Evitar el desperdicio de alimentos
Se plantea una reducción en la cantidad de desperdicio que genera la industria de alimentos, además de impulsar las actividades de investigación y desarrollo para sobre el tema, en busca de soluciones ideales para cada uno de los tipos de empresas relacionadas con el rubro alimentario. La estrategia busca reducir en un 50% el desperdicio de alimentos para el año 2030.
-
Mantener la competitividad
Además de lo anterior, las regulaciones y reestructuraciones en la forma de actuar de la industria alimentaria no deben tener incidencia negativa en la productividad y tampoco sobre la competitividad. En un escenario donde la población es creciente, la oferta de productos a precios accesibles no debe disminuir. Si se logra desarrollar procesos más eficientes, la competitividad debería incluso aumentar de forma considerable durante los siguientes años.