Tras más de 60 días de confinamiento en España los comercios abren sus puertas nuevamente, pero de manera progresiva y con limitaciones en cuando a horarios y aforo. Además, las personas tendrán que utilizar mascarilla de forma obligatoria y respetar el distanciamiento social. En la recta final de la pandemia, el sector retail ofrecerá una experiencia de compra fuera de lo común.
La crisis sanitaria ha afectado de diferentes maneras a la industria minorista y los supermercados no han escapado de esa realidad. Ahora más que nunca es necesario reinventarse por completo, estudiar el comportamiento compra y las necesidades de los clientes para atender sus necesidades sin perder de vista la situación de contingencia que atraviesa la nación.
¿Cómo funcionarán los establecimientos físicos durante este periodo?
El reporte Trend Report: Cuarentena elaborado por Francesca Tur y Berta Segura resulta bastante concluyente. “El futuro del retail tradicional debe reinventarse ofreciendo una experiencia de marca memorable”. Todo parece indicar que la mayoría de los establecimientos minoristas se convertirán en centro de recogida de las ventas online.
La pandemia se convirtiendo en factor de aceleración para este proceso que ya era notorio. Sin embargo, esta adaptación se produce de manera abrupta y obligatoria, marcando un antes y un después en la forma en que realizamos las compras. Sin dudas, el cambio representa un reto para aquellos negocios que durante años consideraron las tiendas abarrotadas como señal de éxito.
Madrid y Valencia son las ciudades que llevan más lento el proceso de desescalada. Entre los cambios más evidentes, notaremos una reducción del aforo junto a medidas de limpieza y desinfección más frecuentes a lo largo de la jornada laboral. Los guantes, las mascarillas de uso obligatorio y otros elementos de seguridad son clave en el regreso a la nueva normalidad.
Supermercados con nuevos horarios
El sector de la distribución de alimento, por su carácter prioritario se mantuvo en funcionamiento a lo largo de los meses de cuarentena, aunque con horarios reducidos. Con la desescalada del confinamiento estrenan horarios ampliados, algo que representaría un importante repunte para la actividad comercial, siendo este uno de los principales motores del PIB.
Algunos elementos de seguridad se convierten en protagonistas, como las mamparas protectoras para mantener separados a los trabajadores del público en general a lo largo de la jornada. Esto se complementa con el uso de mascarillas, guantes y geles desinfectantes distribuidos en las instalaciones para que clientes y trabajadores mantengan la higiene personal.
Dentro de todo este escenario, la colaboración de los clientes será fundamental. Aunque ya se pueda ingresar con cierta libertad a los supermercados, tiendas de ropa y otros establecimientos retail, esto debe hacerse en todo momento respetando la distancia interpersonal con el resto de los clientes y trabajadores, por al menos un metro de distancia.
Si todo marcha bien, las Fases 1 y 2 de la desescalada permitirá que la economía española se reactive progresivamente y las personas comiencen a gozar de mayores libertades, siempre con responsabilidad, puesto que el coronavirus SARS-CoV-2 aún no desaparece.