Las empresas del sector retail en España han notado grandes cambios en el paradigma del papel del consumidor en el proceso de compra. Mucho tiempo había pasado sin grandes innovaciones en el sector, pero el año 2019 fue crucial para la sustentabilidad del sector.
Actores en todos los niveles, desde productores, pasando por pequeños revendedores hasta las grandes cadenas de supermercado se han dado cuenta que el papel del consumidor era fundamental, de ahí que se han renovado las estrategias de fidelización, se busca cercanía e inmediatez y se han implementado diferentes innovaciones como formas de pago más eficientes y el salto hacia el comercio electrónico.
Uso de la tecnología
Muchas empresas del sector retail en España han advertido que la implementación de tecnología no solo se trata de un complemento, sino que se ha convertido en una necesidad fundamental.
Acelerar los procesos de compra y diseñar una experiencia de compra que favorezca la lealtad hacia las marcas es una necesidad evidente.
De ahí que la el uso de tecnología en el punto de venta, la realidad aumentada, inteligencia artificial, los medios de pago alternativos y muchas otras innovaciones tecnológicas se hagan cada vez más presentes dentro del sector minorista.
Igualmente, la necesidad de conectar con los usuarios es evidente, por lo que casi ninguna marca se ha vuelto ajena al desarrollo de comunidades virtuales en las redes sociales, aplicaciones móviles y desarrollo de plataformas de comercio electrónico que faciliten la vida de sus clientes.
Calidad de las posesiones en lugar de cantidad de productos comprado
Uno de los cambios más grandes que ha habido en el mercado español, luego de la lenta recuperación económica tras las crisis de las últimas décadas, ha sido la eliminación del gasto compulsivo en el consumidor promedio.
Tras la crisis, los ciudadanos comenzaron a cuestionar la necesidad de adquirir gran cantidad de productos, migrando hacia una tendencia de consumo más consciente. Las compras ahora son medidas e intencionadas, de modo que importa muy poco la cantidad de productos que se compra, ya que tiene más valor la calidad de las posesiones.
Los bienes adquiridos aportan estatus, pero la experiencia en si misma va mucho más allá del precio; ahora se valora más el proceso de fabricación, la exclusividad, la calidad de los materiales y las posibilidades de personalización.
Lo anterior ha dado paso al desarrollo de productos únicos y artesanales, cuyos procesos de producción resultan respetables con el medio ambiente, algo que se ha convertido en la principal tendencia de consumo de los últimos tres años.
Esto no solo se aplica al sector alimentario, sino que puede verse en la industria textil, del calzado, los complementos, hogar y decoración.
El sector retail en España ha tenido que adaptar su modelo de negocio y evolucionar. Una de las propuestas más frecuentes del sector, ha sido atender la demanda generada por el consumidor interesado en productos eco-friendly, el comercio justo y los productos de disponibilidad limitada o exclusiva.