Leemos en la web de noticias económicas «el Economista» un artículo escrito sobre la premisa de que la falta de innovación puede llevar a España a convertirse en un país Low Cost, por su interés lo extractamos a continuación.
La caída de la innovación en gran consumo lastra la inversión del sector, el primero industrial de España, los márgenes de los fabricantes y la creación de empleo.
Bajo mínimos. Así es como se encuentra la innovación del gran consumo en España después de que los lanzamientos de nuevos productos o formatos en este sector, el primero industrial de España y el segundo en importancia tras el turismo para la economía nacional, hayan retrocedido un 31 por ciento entre 2010 y 2014 y de que esa caída se sume a la del 70 por ciento registrada entre 2006 y 2010.
Fuertes descalabros que ponen a España contra las cuerdas y en riesgo de ser un país low cost. Algo que de llegar a producirse no se traduciría sólo en una caída de los precios, sino en un derrumbamiento de la inversión, de los márgenes de los fabricantes y de los salarios de los trabajadores creando una tormenta perfecta que también acabaría con las aspiraciones, todavía débiles, de crear empleo.
Éstas son algunas de las principales conclusiones que se extraen del estudio Radar de la Innovación, elaborado por Kantar Worldpanel, del que también se desprende que la innovación no sólo depende de los fabricantes sino de la distribución. Y es que por mucho que los fabricantes inviertan y apuesten por lanzar nuevos productos, de nada sirve si esas innovaciones luego no son referenciadas y expuestas en los lineales de las cadenas de distribución que operan en España.
Es más, según concluye ese informe, muchas de las innovaciones proceden incluso de marcas con las que ya trabajan esas cadenas. «¿Por qué no lo hacen entonces? ¿Por no aceptar riesgos? ¿Por una simple discriminación? ¿Por reducir la competencia de tu propia marca en tu propia tienda? ¿Por qué van a copiar la idea?», se interroga Ignacio Larracoechea, presidente de Promarca.
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