Siendo el control de almacén el núcleo estratégico de la organización de la mercancía en un comercio, resulta fundamental implementar acciones conducentes a una labor cada vez mas práctica, eficiente y organizada de este proceso nuclear en toda empresa de venta de bienes y suministros. La gestión de almacén -realizada de forma optimizada– permite el movimiento y reposición de la mercancía sin que haya fallas en la representación de inventario de ningún producto, y sin que tampoco quede relegada la salida de algún otro fuera de su fecha óptima de consumo.
La función principal del control de almacén es, por lo tanto, registrar y regular el flujo óptimo de entrada y salida de mercancía. Para lograr este flujo armonioso, el personal a cargo debe estar en capacidad de atender los ciclos de demanda de los compradores y reponer la mercancía a tiempo desde los centros de proveedores, para que de esta forma se pueda asegurar la disponibilidad de los artículos según la demanda en el momento en que lo requiera el mercado.
Revisemos algunos detalles importantes que deben tomarse en cuenta para mejorar la actividad del control de almacén y hacer mas rápido y eficiente el trabajo.
Algunos elementos a tomar en cuenta para mejorar el control de almacén
- Sacar partido de la tecnología. Existen actualmente multitud de soluciones tecnológicas digitales para coordinar y agilizar el movimiento de entrada y salida de mercancía del almacén de forma segura. Desde soluciones tecnológicas sencillas, como el código de barras -que funciona bien en almacenes de pequeños comercios y también para los grandes distribuidores- hasta el auxilio de tecnologías sofisticadas, como el marcaje por radiofrecuencia por utilización de un chip, los avances tecnológicos aportan cada vez mas eficiencia y precisión a la organización del almacén. La tecnología de software también apoya un registro mas completo, detallado y pormenorizado del inventario.
- Alimentar la base de datos en tiempo real. Esta es una práctica estratégica de importancia fundamental para el buen desenvolvimiento del almacén, y va directamente de la mano con un buen manejo del personal involucrado en las labores del almacén, así como de la alimentación y actualización eficaz del registro de mercancía en la base de datos digitalizada.
- Dirigir de forma presencial y consciente el flujo de mercancía. Este punto también resulta neurálgico para lograr que se refleje y coincida la realidad de las existencias en físico con lo que se registra en los archivos sobre el movimiento del almacén.
- Realizar de forma eficiente el transporte de las mercancías. Esto evita retrasos en el flujo de entrada y salida de las mismas, reflejándose directamente en la eficiencia del servicio final al consumidor.
- Escoger el personal y los equipos apropiados.
- Calcular la optimización necesaria para minimizar la retención de mercancía en el almacén y reducir los costes de almacenamiento. La comparación de informes a lo largo del tiempo podrá indicar si la dinámica de trabajo y organización del almacén está funcionando adecuadamente.