La mente humana domina todos los aspectos de nuestra vida y los supermercados no se escapan ya que forman parte de nuestra cotidianidad. Por esta razón se hace posible aprovechar algunas técnicas de persuasión que lleven a las personas a comprar más.
Eso puede explicar lo que sucede cuando vamos al supermercado con una lista concreta de cosas por comprar para realizar una receta específica y de pronto, tenemos el carro lleno de cosas que estaban fuera del plan inicial. No, no se trata de que seas un comprador compulsivo, sino que el supermercado está haciendo uso de algunos trucos psicológicos para vender más, y en general, los seres humanos somos bastante propensos a ser persuadidos.
¿Quieres saber cuáles son los trucos psicológicos para vender más?
- Productos con rebaja. No solo las ofertas llaman nuestra atención, sino que la ubicación estratégica de los productos con descuento tiene el objetivo de persuadirnos a comprar.
- El carrito de la compra. Esto es bastante simple, mientras más grande mejor, porque hay mayor espacio para llenarlo de cosas innecesarias.
- Precios a .99. Es uno de esos trucos psicológicos para vender más, que parece tan conocido, que resulta insólito que aun funcione, pero sí, aun lo hace. La explicación es simple, y es que un céntimo es capaz de matizar la percepción sobre lo barato o lo caro de un producto. Si algo cuesta 9,99 euros, nuestro cerebro lo tomará como un 9, en lugar de asociarlo con un 10, que es el numero mas cercano del monto real.
- La ubicación de los productos esenciales. Generalmente van a las zonas frías del local, para favorecer el tráfico allí.
- La ubicación de los productos prescindibles. Existen productos que no son realmente necesarios y para impulsar su venta, generalmente se ubican en la entrada y con vistosa publicidad con el fin de que llamen la atención,
- Los productos costosos justo a la altura de los ojos. Este es uno los trucos psicológicos para vender más que resultan imprescindibles. Se coloca de forma más visible, todo aquello que se desea que se venda a mayor velocidad.
- Cambiar las cosas de lugar. Si un cliente sabe donde se encuentra el producto que necesita, va directo y lo toma, permaneciendo poco tiempo en el establecimiento y cambiar las cosas de lugar, causa el efecto contrario, nos retiene en el local buscando en los pasillos, lo que aumenta la posibilidad de que veamos otras cosas que queramos comprar.
- Las muestras gratis. El truco está en que al tomar la muestra gratis y probar un maravilloso nuevo producto, lleno de bondades y a precio promocional, iremos corriendo a comprarlo… ¡Y si, realmente lo hacemos!
- Colores y aromas. Un estudio bastante particular llevado a cabo por científicos de la Universidad de Minnesota y la Universidad de Hong Kong determinaron que cuando vamos al supermercado con hambre, presentamos una tendencia a comprar más. Quizás por eso somos tan vulnerables a los colores y aromas dentro de los supermercados.
- Los productos en la caja. Las cajas se encuentran llenas de productos tentadores, con bellos empaque y generalmente exhibidos en vistosos stands. Mientras estamos en la fila para cancelar, caemos en la tentación y tomamos más productos.