El principio de la fidelización dentro de cualquier comercio minorista es ayudar de forma genuina a cada uno de los clientes, ya que eso es lo que garantiza su fidelidad. En la actualidad el escenario ha cambiado demasiado debido a la alta oferta que existe en el mercado y los cambios en las tendencias de consumo, todo lo cual ha hecho que el comercio se convierta más en una forma de colaboración que en una mera transacción económica.
Los clientes siempre desean un poco más
Superar las expectativas ha de ser la misión de todo comercio minorista. De hecho, se sabe que las compañías más exitosas en el mundo de los negocios, como el gigante del comercio electrónico Amazon, han llegado a facturas millones gracias a centrarse en la resolución de problemas en sus clientes, antes que en tener como centro el producto o servicio en sí mismo.
El enfoque que debería desarrollar el comercio minorista es el de ofrecer valor agregado, de esa forma se logra un aumento en las ventas. Los clientes actuales no desean ser apreciados como una estadística más o como un número en la caja registradora o menos sentir que solo son un “target”. La realidad es que consumidor premia con su lealtad y fidelidad a aquellos establecimientos y marcas que entienden que la lealtad es consecuencia de ayudar a las personas a lograr sus objetivos.
Vender menos, ayudar más
Así como las tendencias de consumo van evolucionando, las estrategias de venta también se adaptan y mutan para acoplarse a las nuevas circunstancias. El comercio minorista debe comenzar a centrarse en ayudar y de esa forma serán las personas las que terminaran ayudando al establecimiento con su fidelidad, sus recomendaciones a terceras personas y mucho más.
Es necesario recordar que toda gestión comercial tiene como fundamento la ayuda mutua, ya que no es posible cumplir con los objetivos estando solos, por tanto, el cliente necesita del establecimiento y el mismo requiere clientes para subsistir, lo cual es un vinculo que se debe fortalecer.
La combinación perfecta es una serie de excelentes productos, en instalaciones adecuadas y una atención que resalte por ser maravillosa, empática y certera. Esa es la clave para mantener clientes satisfechos.
Recuerde la expresión: “No vende sino que le compran”
Dentro de las ventas existe una conocida expresión que sirve para ejemplificar una deficiente gestión de parte de algún vendedor: “No vende sino que le compran”. Esto quiere decir que el asesor de ventas hace un muy pobre esfuerzo por realmente promover el producto o servicio que representa y es la reputación de la marca o el establecimiento la que se encarga de atraer efectivamente a los clientes y convencerlos de comprar.
Pero en el mundo del comercio minorista la competencia es abundante y eso de tener una gran cantidad de productos que “se venden solos” es tanto más que una utopía, por tanto nuestra gestión deberá siempre apuntar a la excelencia.