seguridad de los alimentos

Seguridad alimentaria, las medidas necesarias en cualquier supermercado

En el entorno de los supermercados, la seguridad alimentaria es fundamental, no solo afecta directamente la salud de tus clientes, sino que también impacta de manera considerable en la reputación de tu negocio.

Implementar medidas que aseguren la frescura y calidad de los productos, además de diferenciar a un supermercado, evita muchos problemas a largo plazo.

Veamos las medidas fundamentales que debe tener cualquier establecimiento de distribución de productos alimenticios.

#01.-¿Qué es la seguridad alimentaria?

El conjunto de prácticas y condiciones necesarias para proteger los alimentos, desde su producción hasta el momento de su utilización.

Es la garantía de que son seguros para su uso y consumo, y están libres de contaminantes.

Podemos decir que no solo es algo importante, sino que es crucial porque asegura que todo lo que ofreces en los lineales de tu establecimiento se puede utilizar sin ningún riesgo.

#02.-9 medidas para cumplir con la seguridad alimentaria

En un supermercado, implica controlar la temperatura, asegurar la limpieza, y gestionar el inventario, de forma que se eviten riesgos para la salud de los consumidores, y se garantice la calidad de los productos.

Cumplir con ella, pasa por seguir una serie de pautas y normas que llegan a ser el día a día del personal del supermercado.

01. Control de temperatura

Mantener los productos a la temperatura adecuada evita el crecimiento de bacterias y preserva la calidad de los alimentos

Alimentos refrigerados y congelados

Productos perecederos como carnes, pescados o lácteos deben mantenerse a temperaturas frías para evitar la proliferación de microorganismos. 

La recomendación es conservar los alimentos refrigerados entre 1 °C y 4 °C, mientras que los congelados deben estar a -18 °C o menos.

Controles frecuentes

Es recomendable hacer un monitoreo constante de las temperaturas en las neveras y congeladores, para facilitartelo cuentas con termómetros calibrados y sistemas de alarma que, en caso de fallo, son de gran ayuda.

Rotación de productos

Para evitar que haya alimentos que se queden mucho tiempo almacenados, sigue la regla PEPS o FIFO (Primero en Entrar, Primero en Salir), de forma que se consuman antes los productos que llevan más tiempo en las estanterías.

2. Higiene y limpieza del local

Un supermercado limpio no solo es más atractivo para los clientes, sino que también es la manera de prevenir contaminaciones.

Limpieza de superficies y utensilio

Todas las superficies donde se manipulen alimentos deben ser limpiadas y desinfectadas regularmente, esto incluye tablas de cortar, cuchillos y mostradores en áreas de carnicería o pescadería, por ejemplo.

Higiene de los empleados

El personal debe mantener buenas prácticas de higiene, como lavarse las manos regularmente, utilizar guantes en la manipulación de alimentos y vestir ropa limpia. 

También es importante que usen gorros o redes para el cabello y, en algunos casos, mascarillas.

Contenedores de residuos

Deben ser vaciados y desinfectados con frecuencia, y lejos de las áreas de alimentos frescos para evitar la contaminación.

3. Capacitación del personal

Un equipo bien capacitado es clave para garantizar que todas las medidas de seguridad alimentaria se apliquen correctamente. 

Formación en manipulación de alimentos

Aquellos que tengan contacto con alimentos deben recibir formación específica en manipulación segura, higiene y almacenamiento adecuado.

Actualización constante

La seguridad alimentaria es un campo que evoluciona rápidamente, por lo que es conveniente realizar cursos o talleres periódicos, para mantener a todo el equipo actualizado en las mejores prácticas.

Creación de procedimientos claros

Asegúrate de que los empleados tienen acceso a un manual con todos los procedimientos de seguridad alimentaria, para que consulten cuando tengan dudas.

4. Gestión de alérgenos

Hoy en día, los alérgenos son una preocupación importante, ya que la exposición accidental a ciertos ingredientes causa reacciones graves en algunas personas.

Etiquetado correcto

Asegúrate de que los productos envasados incluyan etiquetas claras con la lista de ingredientes y posibles alérgenos, eso es algo que ayuda a los clientes a tomar decisiones informadas.

Separación de productos

En las áreas de preparación, evita la contaminación cruzada manteniendo los alimentos con alérgenos separados de aquellos que son seguros.

En el caso de productos a granel o frescos, como panadería y repostería, informa sobre los posibles alérgenos que afecten a los productos que ofreces.

Información al cliente

Coloca carteles o señalizaciones que indiquen la posibilidad de presencia de alérgenos en áreas o productos, especialmente en la sección de alimentos preparados.

5. Rotación y control de stock

La gestión adecuada del inventario evita que los productos se estropeen, o que se vendan después de su fecha de caducidad.

Etiqueta de fechas claras

Coloca etiquetas con las fechas de caducidad y consumo preferente en los productos, así facilitas la rotación del stock y permite a los empleados identificar rápidamente qué productos necesitan vender primero.

Descuento de productos próximos a vencer

Una práctica muy interesante, que se usa de manera habitual, es ofrecer descuentos en productos que están cerca de su fecha de vencimiento, así reduces el desperdicio, y das a los clientes la oportunidad de aprovechar ofertas.

Revisión diaria

Revisa las estanterías, al menos, una vez al día para asegurarte de que los productos en mal estado, o caducados, se retiren inmediatamente.

6. Control de plagas

Las plagas son una amenaza para cualquier negocio de alimentos.

No solo contaminan los productos, sino que también causan daños en el local, por no hablar de cómo afectan a tu imagen de marca.

Inspección regular

Solamente con una inspección visual te das cuenta de si tienes algún insecto o roedor que, si no lo ha hecho ya, puede formar una plaga enorme e imposible de controlar.

Detecta señales como restos de alimentos, excrementos o daños en envases.

Sellado de puertas y ventanas

Mantén las entradas bien selladas para evitar que insectos y roedores ingresen al local.

Contratación de servicios profesionales

Si detectas una infestación o quieres evitar una, considera contratar una empresa especializada en control de plagas para realizar fumigaciones preventivas.

7. Implementación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM)

Normas generales que ayudan a mantener la calidad y seguridad de los alimentos, con ellas garantizas que todos los procesos en tu supermercado cumplan con los estándares que permiten ser puestos a la venta y consumidos.

Normas de BPM

Los empleados deben conocer y acatar estas normas, que van desde la manipulación de los alimentos hasta su almacenamiento y etiquetado.

Auditorías internas

Verifican que se cumplen las BPM, eso permite detectar problemas a tiempo, y corregirlos antes de que afecten a los clientes.

Registro de procedimientos

Llevar un registro de los procesos relacionados con la seguridad alimentaria te facilita a identificar áreas de mejora, y asegurar que cada paso se cumpla como debe.

8. Manejo adecuado de alimentos frescos

En la sección de productos frescos como frutas, verduras, carnes y pescados, es especialmente importante mantener estándares estrictos de seguridad alimentaria. 

Exhibición adecuada

Mantenlos en vitrinas refrigeradas, cuando sea necesario, y evita que queden expuestos a la contaminación.

Verificación de calidad

Revisa su calidad regularmente para asegurarte de que están en buen estado, si detectas cualquier alimento que no lo esté retíralo de inmediato.

Uso de materiales adecuados

Los envases o embalajes que estén en contacto con los alimentos deben ser seguros y no representar ningún riesgo para la salud.

9. Comunicación con los clientes

Finalmente, una buena comunicación con los clientes marca la diferencia, mantener a tus clientes informados acerca de las medidas de seguridad alimentaria que implementas en tu supermercado crea confianza y fidelidad.

Carteles informativos

Que expliquen las medidas que se siguen en el local, como el manejo de productos frescos y el control de alérgenos.

Respuesta a dudas

Asegúrate de que el personal esté capacitado para responder las dudas de los clientes sobre la seguridad alimentaria de todo aquello que le llevan a casa.

Recomendaciones a clientes

Informa tanto del manejo como del almacenamiento adecuado de productos sensibles, para que puedan conservarlos en buen estado al llegar a casa.

Al priorizar la seguridad alimentaria, garantizas que los alimentos que ofreces son frescos y de calidad, lo que se traduce en clientes satisfechos y, en última instancia, en el éxito y crecimiento del negocio.

comida preparada en supermercado

Zonas de comida preparada: una diferenciación del resto

La manera de comprar ha cambiado radicalmente en los últimos años, cada vez más, los clientes buscan soluciones rápidas, saludables y convenientes que se ajusten a sus ocupadas rutinas diarias.

Ante este panorama que parece que, además, escala sin freno, las zonas de comida preparada en supermercados son una excelente manera de satisfacer esta demanda, brindando a los consumidores una opción práctica, y deliciosa, sin tener que pasar tiempo en la cocina. 

Para los supermercados, esta tendencia representa una oportunidad única de atraer nuevos clientes y fidelizar a los actuales, alcanzando una diferenciación significativa en el mercado.

Veamos las ventajas de contar con una sección de platos preparados, y algunos consejos si aún no cuentas con ella y lo estás valorando.

Ventajas de tener una zona de comida preparada

La instalación de una zona de estas características ofrece bastantes beneficios, tanto para tus clientes como para tu negocio. 

Comodidad 

Resuelven rápidamente el tema de la alimentación diaria sin necesidad de planificar, comprar ingredientes y cocinar, muy interesante para familias, personas que trabajan muchas horas, y estudiantes.

Aumento de la frecuencia de visitas 

Los clientes que descubren que cuentan con un lugar donde conseguir alimentos frescos y listos para llevar, tienden a visitar el supermercado con más frecuencia.

Incremento de ventas por ticket 

Ofrecer productos listos para consumir incrementa el valor de cada venta, piensa que quienes acuden a la comida preparada a menudo, además se llevan bebidas, postres o snacks adicionales, … lo que eleva el ticket promedio.

Posicionamiento de marca

Muestra al supermercado como un lugar innovador que entiende, y responde, a las necesidades del consumidor moderno, esta iniciativa ayuda a posicionar el negocio como un referente en conveniencia, y servicio.

Reducción de desperdicios

Puedes utilizar los ingredientes cercanos a su fecha de vencimiento en la preparación de comidas listas, y así reduces el desperdicio de alimentos y optimizas el uso del inventario.

Tipos de comida preparada para ofrecer

Para garantizar el éxito de una zona de comida preparada, es importante seleccionar bien los tipos de platos y alimentos que ofrecerás, para que sean justo los que tus clientes necesitan a diario.

Estos son algunos de los más habituales:

Saludables y balanceados

Ensaladas frescas, wraps, bowls de quinoa o arroz y opciones vegetarianas, cada vez son más quienes buscan alternativas sanas que puedan consumir al momento o llevar a casa.

Calientes clásicos

Comidas caseras como pastas, estofados, lasañas, sopas y guisos, especialmente atractivas durante las épocas frías.

Comida internacional

Incorporar platos de diferentes culturas, como sushi, tacos, o pizza, ayuda a captar el interés de los clientes y satisfacer distintos gustos.

Desayunos y snacks

Ofrecer desayunos rápidos como bocadillos, sándwiches y zumos atrae a clientes que desean comprar algo para llevar, también, snacks saludables como frutas cortadas, yogur o frutos secos.

Postres y bebidas

La comida preparada no se limita a los platos principales, contar con una selección de postres y bebidas completa la experiencia, y aumenta las ventas.

Consejos para implementar una zona de comida preparada

La clave radica en la planificación y la ejecución, se trata de contar con un espacio que puedas destinar en tu establecimiento a este servicio y luego conseguir que los clientes se dirijan a él.

Diseña un espacio adecuado

El diseño de la zona de comida preparada es fundamental, debe ser un espacio atractivo y funcional, que despierte el interés de tus clientes, y les invite a comprar.

Los elementos visuales, como una buena iluminación, vitrinas transparentes, y una señalización clara, son esenciales para destacar la oferta de comida preparada.

Es fundamental que los clientes vean los alimentos frescos y bien presentados.

Prioriza la frescura y calidad

Aspectos que los clientes valoran mucho en este tipo de platos.

Asegúrate de que se empleen ingredientes frescos y de alta calidad, e incluye etiquetas que indiquen la fecha de preparación y, si es posible, realiza pequeñas demostraciones en el lugar para que los clientes vean la frescura de los productos.

Ofrece variedad y opciones saludables

Considera diferentes preferencias alimenticias, incluyendo opciones saludables, vegetarianas, como ya te hemos comentado, pero también sin gluten, y para otro tipo de intolerancias

La variedad no solo atrae a un mayor número de clientes, sino que también muestra al supermercado como un lugar inclusivo que se preocupa por ofrecer algo para todos.

Implementa estrategias de promoción

Una vez instalada la zona de comida preparada, es importante comunicarlo efectivamente a los clientes.

Utiliza señalización en el local, redes sociales y folletos para dar a conocer esta alternativa, además de que la opción de ofrecer degustaciones como una excelente manera de captar la atención de los clientes y fomentar la compra.

Servicio rápido y eficiente

La comida preparada es una opción atractiva porque permite ahorrar tiempo, por lo tanto, es crucial que el proceso de compra sea rápido y eficiente también

Si el volumen de ventas es alto, considera implementar una caja exclusiva para estos productos, o una opción de pago rápido, así se agiliza la compra y se evitan colas.

Una zona de comida preparada en tu supermercado es una estrategia eficaz que cubre la demanda de opciones rápidas, a la vez que una mejora en la experiencia del cliente, y que tiene como consecuencias directas tanto un incremento en las ventas, como una manera de diferenciarte.

En definitiva, una manera nueva de atraer a esos clientes que todavía se resisten a conocerte, que, en un principio, exige de una inversión inicial, tanto económica como de recursos que pueden verse compensados a no muy largo plazo, con una implementación curiosa y de calidad.

Etiquetado nutricional

Etiquetas nutricionales: se acabó no entenderlas

Saber leer una etiqueta nutricional es el primer paso hacia una alimentación más consciente y saludable. 

Y parece muy sencillo hasta que te enfrentas a una que, además de tener un texto superpequeño, se compone de palabras que no entiendes, y de números de los que no sabes su significado.

Hoy vamos a acabar con esa confusión, para que la próxima vez que te tomes un minuto en revisar las etiquetas, y entenderlas exactamente, no tengas ningún problema.

¿Para qué sirven las etiquetas de los productos?

Las etiquetas nutricionales de los productos no están ahí solo como un formalismo, son una herramienta valiosa para que los consumidores entiendan mejor qué compran o comen. 

La información que contienen ayuda a comparar productos, controlar nuestra ingesta de calorías y nutrientes, y tomar decisiones más saludables, basadas en hechos, no en suposiciones, ni en lo que se ha oído en la televisión.

Por ejemplo, si se busca reducir el consumo de azúcar o de grasas saturadas, una rápida revisión de la etiqueta permite ver de un vistazo si ese producto se ajusta a esas necesidades, igual para asegurar si ese alimento aporta suficientes vitaminas y minerales.

En definitiva, las etiquetas muestran exactamente qué porcentaje de las necesidades diarias cubre ese alimento.

Su importancia es crucial, ayudan a evitar el consumo excesivo de ciertos ingredientes como sodio, grasas saturadas o azúcares, que tienen un impacto negativo en nuestra salud si se consumen en exceso.

Por otro lado, también permiten asegurar la obtención los nutrientes esenciales como fibra, proteínas, vitaminas y minerales que son vitales para nuestro bienestar.

¿Cómo entender el etiquetado de los productos?

En un supermercado, hay a un sinfín de productos, cada uno con su etiqueta nutricional, y están ahí para ayudar a tomar decisiones informadas, pero, a menudo, parecen complicadas. 

¿Qué significan realmente todos esos números y porcentajes? 

Porciones: cuánto estás comiendo realmente

Antes de empezar a leer los ingredientes o los nutrientes, lo primero que debes fijarte es en el tamaño de la porción.

Esto es clave porque toda la información de la etiqueta se basa en esa cantidad, a veces, un paquete lo ves pequeño, pero contiene más de una porción, por ejemplo, una botella de refresco puede contener dos o tres porciones, aunque uno suele tomársela entera de una vez.

Consejo 

Si comes o bebes más de una, multiplica todo lo que aparece en la etiqueta, piensa que si la porción es pequeña, pero consumes el doble, también duplicas la cantidad de calorías, azúcares y grasas.

Calorías: energía para tu cuerpo

Indican cuánta energía te proporcionará el alimento.

Necesitamos una cantidad diferente de calorías según edad, peso, actividad física y otros factores, en general, una dieta promedio incluye unas 2.000 calorías diarias, aunque esto varía, por muchos factores, como el sexo y las necesidades diarias que hace que debas obtener más o menos energía para terminar el día.

¿Son buenas o malas? 

No todas las calorías son iguales, así que depende, lo realmente importante es fijarse también en de dónde vienen: de grasas, azúcares o proteínas. 

Las calorías provenientes de azúcares y grasas saturadas son las que hay que consumir con moderación.

Grasas: buenas y malas

Las grasas son necesarias para nuestro cuerpo, pero no todas son iguales. 

Las saludables, como las monoinsaturadas y poliinsaturadas (en el aguacate, el aceite de oliva o el pescado), son buenas para el corazón. 

Pero las saturadas y las trans (en muchos productos procesados) aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas si se consumen en exceso.

Consejo rápido 

Busca alimentos con menos del 10% de grasas saturadas por porción y evita las trans tanto como sea posible.

Sodio: ojo con la sal

Esencial para el buen funcionamiento de tu cuerpo, pero, en exceso, perjudica.

Por lo general, se consume más del necesario, ya que muchos alimentos procesados contienen grandes cantidades de sal.

Truco sencillo 

Elegir productos con menos de 140 mg por porción (son opciones más saludables), no hay que olvidar que una dieta rica en sodio aumenta la presión arterial.

Azúcares: naturales y añadidos

Otra parte importante de las etiquetas. 

Hay dos tipos: los naturales (que vienen de la fruta y la leche, por ejemplo) y los añadidos (que se incorporan durante el proceso de fabricación, como en los refrescos y las galletas).

¿Qué deberías saber? 

La Organización Mundial de la Salud recomienda no consumir más de 25 gramos (6 cucharaditas) de azúcar añadido al día, lo mejor es leer las etiquetas con cuidado y reducir los productos con altos niveles de ella.

Proteínas: el poder en tus alimentos

Fundamentales para construir y reparar tejidos en tu cuerpo. 

Se encuentran en carnes, huevos, productos lácteos, legumbres, frutos secos y muchos otros alimentos, las etiquetas indican la cantidad por porción.

Importante 

Para una dieta equilibrada, se debe consumir entre 10% y 35% de las calorías diarias en proteínas, dependiendo de las necesidades.

Carbohidratos: la principal fuente de energía

La principal fuente de energía para el cuerpo, se dividen en dos tipos: simples y complejos. 

Los primeros incluyen los azúcares, mientras que los segundos (que encuentras en alimentos como el pan integral o la avena), proporcionan energía sostenida.

Dato útil 

Optar carbohidratos complejos siempre que sea posible, ya que son más nutritivos, y mantienen la sensación de saciedad por más tiempo.

Fibra: indispensable para una buena digestión

Esencial para una buena digestión y prevenir problemas como el estreñimiento, además, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón y diabetes. 

La mayoría de los productos con granos integrales, frutas y verduras son buenas fuentes de fibra.

Recomendación 

Buscar alimentos que ofrezcan al menos 3 gr de fibra por porción, para que te hagas una idea, una dieta rica en fibra debería contener entre 25 y 30 gr diarios.

Vitaminas y minerales: los pequeños grandes detalles

Nutrientes esenciales vitales para el correcto funcionamiento del cuerpo, Entre los más comunes que verás en las etiquetas están la vitamina A, vitamina C, calcio y hierro.

¿Cómo interpretarlo? 

Lo importantes es fijarse en el porcentaje del valor diario (%VD) de cada uno, si un alimento tiene un 20% o más de un nutriente, se considera una buena fuente.

Por ejemplo, si un cereal tiene un 25% de hierro, es una buena fuente de hierro.

Porcentaje del valor diario (%VD), ¿cómo afecta?

Una guía rápida que te ayuda a entender si un alimento tiene mucho, o poco, de alguno en particular, basado en una dieta de 2.000 calorías diarias

Ante un %VD del 5% o menos, hablamos de un producto bajo en ese nutriente, si es del 20% o más, significa que es alto.

Ejemplo

Si una etiqueta indica que un alimento tiene un 15% de calcio, significa que esa porción proporciona el 15% del calcio necesario al día para una dieta de 2.000 calorías.

Las etiquetas nutricionales son más fáciles entender de lo que parece, o por lo menos, a partir de ahora con estos consejos, y recomendaciones.

Solo hay que tener en cuenta que cada producto es diferente, y que por eso mismo tiene una etiqueta en al que merece la pena detenerse un minuto antes de tomar una decisión.