Platos preparados supermercado

Platos preparados en el supermercado, una tendencia en alza

En los últimos años, la alimentación de los españoles ha cambiado de una manera a tener muy en cuenta a la hora de ofrecer los productos en los supermercados.

No tanto la alimentación, sino la forma de alimentarse.

La vida moderna, cada vez más agitada y estresante, obliga, aun sin quererlo, a demandar una solución para los platos diarios, que lleva a cambios en la manera de afrontar los menús semanales.

El poco tiempo que hay en las casas para dedicar a la cocina, aumenta el número de consumidores que optan por los platos preparados para comer de manera equilibrada cada día.

Los supermercados tienen la oportunidad de “subirse a ese carro”, y ofrecer estos productos de calidad a sus clientes.

Platos preparados en auge en tu supermercado 

Lo que antes asociábamos, principalmente, con comida rápida y poco saludable, ha evolucionado a opciones tan variadas como equilibradas.

Los consumidores buscan platos que puedan utilizar en cuestión de minutos, pero no a costa de su salud, y están muy preocupados por la calidad y el sabor de los platos preparados que hay en el mercado

Como cualquier otro producto, hay una gran variedad que los clientes están dispuestos a probar, y para destacar de todos ellos, es muy importante elegir los ingredientes de calidad, el adecuado mantenimiento y los envases apropiados para cada uso.

No se trata de comer cualquier cosa, están a la venta verdaderos platos gourmet para que estén listos en cuestión de minutos.

Es una opción a tener en cuenta por quien está todo el día fuera de casa y no tiene tiempo, ni ganas, de ponerse a cocinar cuando llega, o para aquellos que comen en la oficina, y no les apetece pasarse horas preparando el menú que deben llevarse al día siguiente.

La variedad, rapidez y facilidad de preparación hacen de ellos una opción muy adecuada para, cada vez más, personas con una vida ajetreada.

Calidad de los platos preparados de supermercado

Este fenómeno no solo refleja un cambio en los hábitos alimenticios, sino también una mayor conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada y el valor del tiempo, del poco tiempo, que muchas veces tenemos libre en el día.

Los platos preparados de los supermercados ofrecen comodidad, el factor esencial que se busca, pero ya no solo se limitan a ser un plato que se tiene listo en 5 minutos, ahora, los ingredientes elegidos y el cuidado de su producción y conservación, son esenciales para la elección.

La garantía de ingredientes frescos y de calidad, los convierte en una opción atractiva para cualquier tipo de unidad familiar.

La evolución de la cesta de la compra: menos frescos y más preparados

En el pasado, la cesta de la compra la dominaban los productos frescos, frutas, verduras, carnes y pescados, no así en los últimos años, somos testigos de una notable evolución en las preferencias de los consumidores.

Cada vez más, se opta por productos pre elaborados y platos preparados en lugar de los tradicionales alimentos frescos para cocinar.

¿Por qué este cambio?, por, esencialmente el estilo de vida, muy diferente al de hace unos años.

En este contexto, los platos preparados ofrecen una solución cómoda y rápida que satisface las necesidades alimenticias, no solo de parejas o singles, sino de familias que viven sin un minuto libre para dedicarlo a la cocina.

Si no a diario, cada vez, se suman a esta tendencia, al ver que los productos del mercado son más sanos y equilibrados.

Por otro lado, la amplia variedad de platos preparados disponibles en los supermercados ha contribuido a su popularidad. 

Desde opciones vegetarianas y veganas hasta platos internacionales y especialidades locales, los consumidores tienen a su disposición una gama impresionante de alternativas para todos los gustos y preferencias culinarias.

Si bien los productos frescos siguen siendo importantes, los platos preparados han ganado terreno y es significativo tenerlos en cuenta en los establecimientos.

Platos preparados vs “fast food”

Cuando se termina la jornada, estás cansado, solo quieres comer algo y acostarte, tienes dos opciones.

Una llamada para pedir una pizza, una hamburguesa o algo similar, o tomarte unos minutos para calentar ese plato preparado que compraste en tu súper de confianza, y que solo tienes que sacarlo del frigorífico.

Las dos opciones son adecuadas en esos momentos puntuales en los que lo único que quieres es acostarse cuanto antes, cada una con sus cosas buenas y sus cosas malas.

¿Comida rápida o “fast food”?

Solo tienes que hacer una llamada para que, en poco tiempo, la cena entre por tu puerta.

Las cadenas de comida rápida están en casi todas partes, es muy fácil acceder a ellas en viajes o emergencias, su disponibilidad no la podemos poner en duda.

Tiende a ser una opción más económica que los platos preparados o comer en un restaurante, una alternativa no tan asequible para muchas personas, sobre todo para los más jóvenes.

Por otro lado, su gran cantidad de calorías, grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos, puede derivar problemas de salud como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas si se consume en exceso.

La calidad de los ingredientes utilizados puede ser cuestionable, con aditivos y conservantes para mejorar sabor y durabilidad.

Platos preparados de supermercado

Alternativa rápida y fácil, se ahorra mucho en preparación y en limpieza de la cocina para consumir platos menús equilibrados y variados. 

Las porciones individuales, o tamaños familiares, facilitan el control de las cantidades consumidas, y ayudan a mantener una alimentación adecuada.

Por otro lado, en comparación, pueden resultar más costosos, especialmente si se consumen con regularidad.

En cuanto al contenido nutricional, algunos pueden contener altos niveles de sodio, grasas saturadas y conservantes, para mejorar su sabor y vida útil, quizá no es la opción más saludable a largo plazo.

Aunque muchos platos preparados son sabrosos, es complicado que se igualen al sabor y la textura de una comida casera, fresca y recién cocinada, que sigue siendo la mejor opción.

Este auge de los platos preparados como preferencia ocasional de los consumidores es una oportunidad para ofrecer justo lo que necesitan según su estilo de vida.

Ponerlos a su alcance, junto con la opción tradicional de los ingredientes para preparar, proporciona a tus clientes esa alternativa sana a tener en el frigorífico, y de la que pueden echar mano en cualquier momento.