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Vasos comestibles

Envases, … ¿comestibles?

Sí. 

Se trata de una nueva tecnología que revoluciona una industria en continuo desarrollo, como la de los envases para productos de alimentación, con el foco puesto siempre en crear soluciones innovadoras y sostenibles.

Esta inesperada forma de envasado que, claro está, no se puede emplear en todos los productos, cambia la manera en que consumimos, y desechamos, los productos alimenticios.

¿Qué son los envases comestibles?

Envases elaborados a partir de materiales naturales que pueden ser consumidos junto con el producto que contienen, hechos de ingredientes seguros y nutritivos, como algas, almidón, proteínas y pulpas de frutas, entre otros.

Capas finas y continuas de material que cubren el alimento para mejorar su calidad y alargar su vida comercial, a la vez que solucionan la preocupación de los consumidores a los perjuicios, al medio ambiente, de la continua generación de desechos.

Además de ser comestibles, estos materiales son biodegradables y reducen, en gran medida, el impacto ambiental en comparación con los plásticos tradicionales.

Beneficios de los envases comestibles

Como te puedes imaginar, el principal es la nula cantidad de residuos que se genera con ellos, para evitar la montaña de desechos plásticos que terminan en vertederos y océanos.

Pero hay más que no podemos dejar pasar por alto:

Sostenibilidad

Utilizan ingredientes naturales y renovables, lo que nos lleva a ciclos de vida más sostenible.

Seguridad alimentaria

Actúan como una barrera protectora contra contaminantes, protegiendo la frescura y la calidad del alimento.

alimentos frescos

Conveniencia

Un beneficio muy importante, facilitan el consumo, ya que se comen junto con el producto, eliminado el engorro de la necesidad de desecharlo de manera adecuada en los puntos de reciclaje.

Innovación y atractivo

Aportan un valor añadido a los productos, atraen a consumidores interesados en opciones ecológicas y modernas.

Llaman mucho la atención, por lo novedoso y atractivo, de aquellos que no pueden dejar pasar las novedades del mercado.

Innovaciones en envases comestibles

Este tipo de envases que está revolucionando el mercado, poco a poco mejora, tanto en los materiales que utiliza como, en las diferentes técnicas de producción, para conseguir que estén cada vez más presentes en el mercado.

¿Qué materiales se emplean en los envases comestibles?

Los biopolímeros derivados de algas marinas, que no solo son comestibles y biodegradables, sino que también tienen propiedades antioxidantes y antimicrobianas, lo que prolonga la vida útil de los alimentos.

Películas comestibles a partir de proteínas de suero de leche, eficientes en la barrera contra el oxígeno, lo cual es esencial para mantener la frescura de los alimentos.

Las fibras de celulosa derivadas de residuos agrícolas, envases robustos con una barrera efectiva contra la humedad

¿Qué técnicas se emplean en los envases comestibles?

La impresión 3D da paso a la creación de envases comestibles con diseños personalizados, y estructuras complejas, imposibles con los métodos tradicionales, así, además de ser más funcionales, se consigue una presentación visual atractiva.

La nanoencapsualción, incorpora micronutrientes y compuestos bioactivos para mejorar sus propiedades nutricionales, al liberar gradualmente antioxidantes, sabores o aromas.

Por último, la extrusión, especialmente útil en envases flexibles, y el moldeo por inyección, ideal para formas rígidas.

6 ejemplos de envases comestibles

Por último, te dejamos unos ejemplos de envases comestibles que ya hay en el mercado y que, seguramente, dentro de poco tiempo, se verán acompañados de muchos otros.

1. Ooho! de Notpla

Una cápsula comestible diseñada para contener líquidos, creada por la startup Notpla, de alginato de sodio, un biopolímero derivado de las algas marinas.

Se utilizan principalmente para contener agua y otras bebidas en eventos deportivos y festivales, eliminando la necesidad de botellas de plástico.

Biodegradables y se pueden consumir completamente.

2. Películas de quitosano

A partir de la quitina, que se encuentra en las cáscaras de crustáceos, tienen propiedades antimicrobianas y antioxidantes.

Se utilizan para envolver frutas y verduras, prolongando su frescura, biodegradables, como los anteriores.

Colaboran en la reducción de desperdicios al alargar la vida “consumible” de los productos frescos.

3. Envases de proteínas de suero de leche

Transparentes, flexibles y con excelentes propiedades de barrera contra el oxígeno, para envolver productos lácteos y otros alimentos que necesitan protección contra el oxígeno para mantenerse frescos por más tiempo.

Una alternativa ecológica a los envases plásticos convencionales.

4. Biopelículas de almidón de maíz

Flexibles, pueden ser utilizadas como envoltorios comestibles, biodegradables y seguras para el consumo humano, para envolver snacks y productos secos.

5. Vasos y platos comestibles de hoja de areca

A partir de hojas de palma de areca, son completamente naturales y comestibles, fuertes y resistentes al calor, utilizados en eventos y catering, sin generar residuos plásticos.

Es una manera de ofrecer una experiencia de consumo diferente que no produce un impacto ambiental negativo.

6. Cucharas comestibles de bakeys

Hechas de harina de arroz, trigo y sorgo, en varios sabores y son completamente comestibles, para alimentos tipo sopas o postres.

Una vez que has terminado puedes comerte la cuchara que has utilizado, la mejor solución para acabar con los cubiertos desechables de plástico.

La cantidad de desperdicios que se producen en el planeta cada día es una preocupación global y entre todos debemos intentar que sea lo menos posible.

En el sector de la alimentación, que junto con el textil es uno de los que más genera, los pasos que se están dando para conseguirlo, son enormes, prueba de ello son estos envases comestibles que poco a poco se están siendo más habituales para los consumidores.

Estrategia pricing en supermercados

Pricing en tu supermercado, los precios “bajo demanda” 

Colocar etiquetas electrónicas es una nueva tendencia en los establecimientos de alimentación que apuestan por el precio dinámico de sus productos.

Es un sistema fácil de cambiar, de manera remota, los importes, en función de distintos factores.

¿En qué se apoyan?, en diferentes circunstancias de ese momento, como son la hora del día, la demanda, la ubicación, la competencia, y hasta los patrones de compra de los clientes.

Estamos ante una estrategia que busca adaptarse a las condiciones variables del mercado, maximizar beneficios, y,  atraer nuevos compradores.

Vamos a hablar hoy de esta nueva acción de venta, el pricing y cómo se aplica en los supermercados.

¿Qué es el pricing?

Como te acabamos de avanzar, el pricing es la estrategia de fijación de precios de los productos y servicios que ofrece un supermercado, según la demanda del mercado y cómo se comportan los clientes ante un producto, los establecimientos determinan su coste.

Es una política de precios más conocida en las ventas online, pero que, últimamente, se utiliza ya también en compras físicas.

Cada vez más supermercados, y tiendas de alimentación, apuestan por colocar etiquetas dinámicas que pueden cambiar de manera remota según consideren, con la ayuda de unos algoritmos que dan el mejor valor en cada momento.

Estos algoritmos, junto a un detallado análisis de datos, adaptan precios automática y rápidamente, según la información que consiguen en tiempo real, así, los precios fluctúan con el objetivo de aumentar la rentabilidad, y ofrecer las mejores opciones a los clientes para facilitar su elección.

Si bien es una estrategia que se aplica ya desde hace tiempo en países como Estados Unidos, en cadenas como Walmart, aquí ya no es desconocida.

El pricing en España

Ya tenemos conocidas cadenas de supermercados que aprovechan esta técnica para variar los precios de sus productos y destacar de su competencia.

Ese movimiento del valor de los productos se adaptan a dónde esté ubicado cada local en concreto y las costumbres de sus clientes, así los personalizan y puedes encontrar que una misma cadena tiene diferencias en según qué local.

El sector de los supermercados no es el que más utiliza este sistema dinámico, por el momento la forma a la que estamos habituados a ver en las estanterías es el precio marcado en un pequeño cartel, que, cambiarlo a menudo, sería algo muy difícil de realizar.

Las etiquetas electrónicas evitan todo ese trabajo, facilitan que los precios se adapten y se aproveche su mejor momento.

Podemos añadir que estamos ante un sistema de etiquetado 100 % sostenible en su manera de automatizar procesos, y ajustarse a los cambios del mercado, a cada momento se minimizan los procesos manuales de actualización de precios, lo que ahorra tiempo y desperdicio de material que se utiliza.

Impacto del pricing en la decisión de compra

El momento de la toma de decisiones es fundamental a la hora de la compra, y es en él donde impacta, tanto en consumidores como en propietarios de supermercados. 

En lo referente a los primeros, los clientes se enfrentan a una amplia variedad de productos en los estantes, y el precio juega un papel fundamental en su decisión.

En lo referente a los segundos, un precio adecuado atrae y motiva a los clientes  a realizar compras adicionales, mientras que un precio demasiado alto puede hacer que los clientes opten por buscar alternativas en otros establecimientos, o incluso, renuncien a la compra de ese producto en particular.

Es más, influye en el comportamiento del consumidor en el punto de venta, el pricing psicológico, donde los precios se ajustan para terminar en números específicos (por ejemplo, 9,99 € en lugar de 10 €), generan la ilusión de que un producto es más asequible y atrae a más clientes a comprarlo. 

Del mismo modo, las ofertas especiales, descuentos y promociones ofrecen un mayor valor percibido por el dinero gastado.

Cómo se aplica la estrategia de pricing

Estos precios dinámicos en los productos tienen varias maneras con las que se les puede sacar partido.

Promociones temporales

Ajustar los precios de ciertos productos en función de la demanda estacional, eventos específicos, días festivos o acontecimientos importantes. 

Por ejemplo, ofrecer descuentos en productos en algún hecho concreto, ya sea tradicional o puntual, el que sea costumbre una compra, por ejemplo, las torrijas en Semana Santa o los buñuelos el día 1 de noviembre.

Descuentos basados en la hora del día 

Ofrecer descuentos especiales durante ciertas horas del día para atraer a los clientes en momentos de menor afluencia, incluso con la bajada de precios en alimentos perecederos cerca del cierre.

Esto evita en gran medida el desperdicio de productos que están en perfecto estado, pero que, al día siguiente, no pueden venderse.

Ofertas personalizadas

Enviar a los clientes ofertas según sus hábitos de compra que serán las que mejor puedan aprovechar, empleando la recopilación de datos de todo eso que compra con regularidad.

Precios basados en la competencia

Ajustar sus precios para competir con otros establecimientos cercanos, igualar o superar las ofertas de la competencia y atraer a los clientes del barrio.

Ajustes en tiempo real

Utilizar sistemas automatizados para ajustar los precios según la oferta y la demanda en ese momento específico, el nivel de inventario, las condiciones climáticas locales, etc.

Cómo influye el pricing en los clientes

Es una manera de mostrar que cuentas con él y que valoras su fidelidad.

Cuando alguien ve que recibe ofertas de esos productos que más consume, o eso que es habitual en cierta época está a un precio más asequible, la imagen que tiene de ti que mejora al ver que cuentas con él, con sus gustos y necesidades.

Aumenta su percepción de valor

Aumenta su satisfacción en tu establecimiento, y su fidelidad hacia ti, cuando obtiene un mejor valor al encontrar productos en oferta, o con descuentos especiales, además de ver cómo su supermercado habitual se adapta a las nuevas tecnologías aplicando las innovaciones del mercado.

Estimulan las compras impulsivas

Las ofertas especiales y los descuentos incentivan a los clientes a este tipo de compra inmediata cuando encuentran productos que consideran atractivos por su reducido precio. 

Generan sensación de urgencia 

Las ofertas temporales y los descuentos por tiempo limitado lo consiguen, llevando al cliente a tomar decisiones de compra más rápidas para aprovechar esa oportunidad, antes de que desaparezca.

Compra personalizada

Los descuentos y ofertas personalizadas consiguen que se sientan más valorados y atendidos individualmente, mejora su experiencia de compra y fortalece su relación con el supermercado.

Aprovechar las tecnologías que no dejan de parecer, y más ahora con la incorporación de la IA a los supermercados, logra que tu establecimiento sea el local en el que confían tus clientes, y atrae a otra gran cantidad de ellos cuando ven que valoras sus preferencias y las necesidades del momento.

Una manera de adaptar los precios a las circunstancias y demanda sin que sea un trabajo extra es utilizar las etiquetas dinámicas para marcar el precio de tus productos, sorprender a tus clientes y conseguir más ventas.

Cámaras en supermercados

Videovigilancia en supermercados, tu tranquilidad y la de tus clientes 

Un aspecto de la seguridad en los establecimientos que se pasa, a menudo, por alto y puede ser un elemento que marque la diferencia entre éxito y pérdidas: la videovigilancia.

Se ha convertido en una herramienta esencial para una gestión efectiva y el control óptimo de tu negocio.

Invertir en sistemas de vigilancia modernos y confiables, no solo te da tranquilidad a ti, sino que mejora la experiencia del cliente al asegurar un entorno seguro donde realizar sus compras cada día.

Ventajas de videovigilancia en los supermercados

La videovigilancia en los supermercados toma cada vez más protagonismo al comprobar, los establecimientos, las ventajas de contar con este sistema de seguridad.

01. Prevención y disuasión de robos

Los supermercados son un blanco atractivo para ladrones que ven como tienen fácil acceso a una gran cantidad de productos, de todo tipo, que, después de estudiar el local y las horas punta, les resulta sencillo conseguir, sin pagar.

La presencia visible de cámaras de seguridad es un sistema disuasorio que actúa ahuyentando a posibles delincuentes y reduciendo así, en gran medida, la probabilidad de robos.

En caso de que, con todo, ocurran, las cámaras proporcionan unas imágenes que puede utilizar la policía para localizarlos, y tú para evitar que lo vuelvan a intentar.

Además, su sola presencia reduce, significativamente, las pérdidas internas, alejando la tentación, también, de los empleados.

02. Respuesta rápida a incidentes

Permiten monitorear, en tiempo real, qué sucede en diferentes áreas del supermercado, algo que posibilita una respuesta inmediata ante situaciones problemáticas, como robos o accidentes.

De hecho, facilita en gran medida una rápida actuación también en caso de riesgos potenciales, logrando frenar comportamientos sospechosos.

03. Prevención de pérdidas internas

No solo está orientada hacia las posible pérdida que viene del exterior, sino que también consigue resultados muy satisfactorios al poder supervisar las actividades internas, con mayor efectividad

Incluye la prevención de pérdidas, ya sea por errores involuntarios, o por actos de mala fe, por parte del personal.

Tener la certeza de que hay cámaras instaladas da oportunidad a que, quien pretenda algún acto deshonesto con la empresa, se lo piense, y no lo lleve a cabo. 

04. Experiencia del cliente

La seguridad del cliente es una prioridad, y la videovigilancia tiene un papel protagonista en este aspecto.

Los usuarios se sienten más cómodos sabiendo que están siendo monitoreados, y esa tranquilidad mejora su experiencia de compra. 

Además, en situaciones como accidentes o discusiones, las grabaciones dan una versión objetiva de lo ocurrido, facilitando la resolución de problemas de manera justa y rápida.

Cómo funcionan los sistemas de videovigilancia

En supermercados, son sistemas que combinan tecnología avanzada, y estrategias, diseñadas para crear entornos más seguros, tanto para clientes como para trabajadores.

Funcionan como una red integral de cámaras que monitorean, en tiempo real, y almacenan datos, con la capacidad de integrarse con otros sistemas de seguridad. 

Cámaras de seguridad

El componente principal de cualquier sistema de videovigilancia, que se coloca, estratégicamente, en áreas clave del supermercado, como entradas y salidas, pasillos, cajas registradoras y áreas de almacenamiento.

Monitoreo en tiempo real

Las imágenes capturadas se transmiten, en tiempo real, a un centro de monitoreo, que puede ser interno, con personal dedicado a la vigilancia, o externo, con servicios de monitoreo profesional.

Almacenamiento de datos

Las grabaciones se almacenan en dispositivos como discos duros, o servidores en la nube, con una capacidad que varía según la cantidad de cámaras y la resolución de las grabaciones.

Tecnología de reconocimiento de patrones

Algunos sistemas emplean tecnologías avanzadas de reconocimiento de patrones, que pueden incluir la identificación de comportamientos sospechosos, seguimiento de objetos, o detección de rostros. 

Integración con sistemas de seguridad

Es común que se integren con otros sistemas de seguridad que ya tenga el establecimiento, como alarmas y control de acceso.

Crea una red de elementos que trabajan de manera conjunta para garantizar una protección completa de productos, clientes y personal.

Acceso remoto

Muchos sistemas de videovigilancia permiten el acceso remoto a grabaciones, e imágenes, en tiempo real, con ésto, se alcanza un control total del establecimiento sin la necesidad de estar físicamente en él.

Basta con sincronizar su funcionamiento con el resto de dispositivos, móviles, tablet u ordenadores personales para estar al tanto de lo que ocurre como si estuvieras allí.

Aspectos legales de la videovigilancia

La implementación de sistemas de videovigilancia está sujeta a determinadas consideraciones para garantizar la privacidad y el cumplimiento de las leyes

Con esto presente, hay que tener en cuenta unas condiciones que aseguren un uso legal de las imágenes.

Información de su colocación

La ley requiere que los supermercados informen a empleados, y clientes, acerca de la colocación de cámaras de seguridad.

Basta con colocar letreros visibles que indiquen que la videovigilancia está en funcionamiento. 

Áreas restringidas

Las cámaras deben ubicarse de manera que respeten la privacidad de las personas, por ejemplo, nunca en áreas privadas como baños o vestuarios, o alguna otra de similares características en las que la intimidad prevalezca sobre cualquier otra situación.

Guarda y eliminación de datos

Las leyes de privacidad especifican el tiempo que las grabaciones de videovigilancia deben mantenerse antes de ser eliminadas, y es importante cumplir con esos plazos para evitar problemas legales. 

También la destrucción de toda esa información, especialmente si contienen datos que pueden hacer posible la identificación de las personas, se deben eliminar de una manera determinada para evitar que puedan ser distribuidas sin consentimiento.

Uso adecuado de las imágenes

Las imágenes que se consiguen con la cámaras de videovigilancia solo, y exclusivamente, se deben utilizar de manera ética y legal.

El uso indebido, al igual que la difusión no autorizada, o la manipulación de las grabaciones, tiene consecuencias legales significativas, para ti, y para tu establecimiento.

En definitiva, la videovigilancia es una de las acciones de seguridad que están incorporándose cada vez en más supermercados, y que tiene unos resultados muy efectivos, tanto para evitar pérdidas, como para evitar situaciones incómodas a tu personal y tus clientes.

Una manera más de diferenciarte del resto dando a tu supermercado la calidad que se merece.