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Estrategia pricing en supermercados

Pricing en tu supermercado, los precios “bajo demanda” 

Colocar etiquetas electrónicas es una nueva tendencia en los establecimientos de alimentación que apuestan por el precio dinámico de sus productos.

Es un sistema fácil de cambiar, de manera remota, los importes, en función de distintos factores.

¿En qué se apoyan?, en diferentes circunstancias de ese momento, como son la hora del día, la demanda, la ubicación, la competencia, y hasta los patrones de compra de los clientes.

Estamos ante una estrategia que busca adaptarse a las condiciones variables del mercado, maximizar beneficios, y,  atraer nuevos compradores.

Vamos a hablar hoy de esta nueva acción de venta, el pricing y cómo se aplica en los supermercados.

¿Qué es el pricing?

Como te acabamos de avanzar, el pricing es la estrategia de fijación de precios de los productos y servicios que ofrece un supermercado, según la demanda del mercado y cómo se comportan los clientes ante un producto, los establecimientos determinan su coste.

Es una política de precios más conocida en las ventas online, pero que, últimamente, se utiliza ya también en compras físicas.

Cada vez más supermercados, y tiendas de alimentación, apuestan por colocar etiquetas dinámicas que pueden cambiar de manera remota según consideren, con la ayuda de unos algoritmos que dan el mejor valor en cada momento.

Estos algoritmos, junto a un detallado análisis de datos, adaptan precios automática y rápidamente, según la información que consiguen en tiempo real, así, los precios fluctúan con el objetivo de aumentar la rentabilidad, y ofrecer las mejores opciones a los clientes para facilitar su elección.

Si bien es una estrategia que se aplica ya desde hace tiempo en países como Estados Unidos, en cadenas como Walmart, aquí ya no es desconocida.

El pricing en España

Ya tenemos conocidas cadenas de supermercados que aprovechan esta técnica para variar los precios de sus productos y destacar de su competencia.

Ese movimiento del valor de los productos se adaptan a dónde esté ubicado cada local en concreto y las costumbres de sus clientes, así los personalizan y puedes encontrar que una misma cadena tiene diferencias en según qué local.

El sector de los supermercados no es el que más utiliza este sistema dinámico, por el momento la forma a la que estamos habituados a ver en las estanterías es el precio marcado en un pequeño cartel, que, cambiarlo a menudo, sería algo muy difícil de realizar.

Las etiquetas electrónicas evitan todo ese trabajo, facilitan que los precios se adapten y se aproveche su mejor momento.

Podemos añadir que estamos ante un sistema de etiquetado 100 % sostenible en su manera de automatizar procesos, y ajustarse a los cambios del mercado, a cada momento se minimizan los procesos manuales de actualización de precios, lo que ahorra tiempo y desperdicio de material que se utiliza.

Impacto del pricing en la decisión de compra

El momento de la toma de decisiones es fundamental a la hora de la compra, y es en él donde impacta, tanto en consumidores como en propietarios de supermercados. 

En lo referente a los primeros, los clientes se enfrentan a una amplia variedad de productos en los estantes, y el precio juega un papel fundamental en su decisión.

En lo referente a los segundos, un precio adecuado atrae y motiva a los clientes  a realizar compras adicionales, mientras que un precio demasiado alto puede hacer que los clientes opten por buscar alternativas en otros establecimientos, o incluso, renuncien a la compra de ese producto en particular.

Es más, influye en el comportamiento del consumidor en el punto de venta, el pricing psicológico, donde los precios se ajustan para terminar en números específicos (por ejemplo, 9,99 € en lugar de 10 €), generan la ilusión de que un producto es más asequible y atrae a más clientes a comprarlo. 

Del mismo modo, las ofertas especiales, descuentos y promociones ofrecen un mayor valor percibido por el dinero gastado.

Cómo se aplica la estrategia de pricing

Estos precios dinámicos en los productos tienen varias maneras con las que se les puede sacar partido.

Promociones temporales

Ajustar los precios de ciertos productos en función de la demanda estacional, eventos específicos, días festivos o acontecimientos importantes. 

Por ejemplo, ofrecer descuentos en productos en algún hecho concreto, ya sea tradicional o puntual, el que sea costumbre una compra, por ejemplo, las torrijas en Semana Santa o los buñuelos el día 1 de noviembre.

Descuentos basados en la hora del día 

Ofrecer descuentos especiales durante ciertas horas del día para atraer a los clientes en momentos de menor afluencia, incluso con la bajada de precios en alimentos perecederos cerca del cierre.

Esto evita en gran medida el desperdicio de productos que están en perfecto estado, pero que, al día siguiente, no pueden venderse.

Ofertas personalizadas

Enviar a los clientes ofertas según sus hábitos de compra que serán las que mejor puedan aprovechar, empleando la recopilación de datos de todo eso que compra con regularidad.

Precios basados en la competencia

Ajustar sus precios para competir con otros establecimientos cercanos, igualar o superar las ofertas de la competencia y atraer a los clientes del barrio.

Ajustes en tiempo real

Utilizar sistemas automatizados para ajustar los precios según la oferta y la demanda en ese momento específico, el nivel de inventario, las condiciones climáticas locales, etc.

Cómo influye el pricing en los clientes

Es una manera de mostrar que cuentas con él y que valoras su fidelidad.

Cuando alguien ve que recibe ofertas de esos productos que más consume, o eso que es habitual en cierta época está a un precio más asequible, la imagen que tiene de ti que mejora al ver que cuentas con él, con sus gustos y necesidades.

Aumenta su percepción de valor

Aumenta su satisfacción en tu establecimiento, y su fidelidad hacia ti, cuando obtiene un mejor valor al encontrar productos en oferta, o con descuentos especiales, además de ver cómo su supermercado habitual se adapta a las nuevas tecnologías aplicando las innovaciones del mercado.

Estimulan las compras impulsivas

Las ofertas especiales y los descuentos incentivan a los clientes a este tipo de compra inmediata cuando encuentran productos que consideran atractivos por su reducido precio. 

Generan sensación de urgencia 

Las ofertas temporales y los descuentos por tiempo limitado lo consiguen, llevando al cliente a tomar decisiones de compra más rápidas para aprovechar esa oportunidad, antes de que desaparezca.

Compra personalizada

Los descuentos y ofertas personalizadas consiguen que se sientan más valorados y atendidos individualmente, mejora su experiencia de compra y fortalece su relación con el supermercado.

Aprovechar las tecnologías que no dejan de parecer, y más ahora con la incorporación de la IA a los supermercados, logra que tu establecimiento sea el local en el que confían tus clientes, y atrae a otra gran cantidad de ellos cuando ven que valoras sus preferencias y las necesidades del momento.

Una manera de adaptar los precios a las circunstancias y demanda sin que sea un trabajo extra es utilizar las etiquetas dinámicas para marcar el precio de tus productos, sorprender a tus clientes y conseguir más ventas.

Cámaras en supermercados

Videovigilancia en supermercados, tu tranquilidad y la de tus clientes 

Un aspecto de la seguridad en los establecimientos que se pasa, a menudo, por alto y puede ser un elemento que marque la diferencia entre éxito y pérdidas: la videovigilancia.

Se ha convertido en una herramienta esencial para una gestión efectiva y el control óptimo de tu negocio.

Invertir en sistemas de vigilancia modernos y confiables, no solo te da tranquilidad a ti, sino que mejora la experiencia del cliente al asegurar un entorno seguro donde realizar sus compras cada día.

Ventajas de videovigilancia en los supermercados

La videovigilancia en los supermercados toma cada vez más protagonismo al comprobar, los establecimientos, las ventajas de contar con este sistema de seguridad.

01. Prevención y disuasión de robos

Los supermercados son un blanco atractivo para ladrones que ven como tienen fácil acceso a una gran cantidad de productos, de todo tipo, que, después de estudiar el local y las horas punta, les resulta sencillo conseguir, sin pagar.

La presencia visible de cámaras de seguridad es un sistema disuasorio que actúa ahuyentando a posibles delincuentes y reduciendo así, en gran medida, la probabilidad de robos.

En caso de que, con todo, ocurran, las cámaras proporcionan unas imágenes que puede utilizar la policía para localizarlos, y tú para evitar que lo vuelvan a intentar.

Además, su sola presencia reduce, significativamente, las pérdidas internas, alejando la tentación, también, de los empleados.

02. Respuesta rápida a incidentes

Permiten monitorear, en tiempo real, qué sucede en diferentes áreas del supermercado, algo que posibilita una respuesta inmediata ante situaciones problemáticas, como robos o accidentes.

De hecho, facilita en gran medida una rápida actuación también en caso de riesgos potenciales, logrando frenar comportamientos sospechosos.

03. Prevención de pérdidas internas

No solo está orientada hacia las posible pérdida que viene del exterior, sino que también consigue resultados muy satisfactorios al poder supervisar las actividades internas, con mayor efectividad

Incluye la prevención de pérdidas, ya sea por errores involuntarios, o por actos de mala fe, por parte del personal.

Tener la certeza de que hay cámaras instaladas da oportunidad a que, quien pretenda algún acto deshonesto con la empresa, se lo piense, y no lo lleve a cabo. 

04. Experiencia del cliente

La seguridad del cliente es una prioridad, y la videovigilancia tiene un papel protagonista en este aspecto.

Los usuarios se sienten más cómodos sabiendo que están siendo monitoreados, y esa tranquilidad mejora su experiencia de compra. 

Además, en situaciones como accidentes o discusiones, las grabaciones dan una versión objetiva de lo ocurrido, facilitando la resolución de problemas de manera justa y rápida.

Cómo funcionan los sistemas de videovigilancia

En supermercados, son sistemas que combinan tecnología avanzada, y estrategias, diseñadas para crear entornos más seguros, tanto para clientes como para trabajadores.

Funcionan como una red integral de cámaras que monitorean, en tiempo real, y almacenan datos, con la capacidad de integrarse con otros sistemas de seguridad. 

Cámaras de seguridad

El componente principal de cualquier sistema de videovigilancia, que se coloca, estratégicamente, en áreas clave del supermercado, como entradas y salidas, pasillos, cajas registradoras y áreas de almacenamiento.

Monitoreo en tiempo real

Las imágenes capturadas se transmiten, en tiempo real, a un centro de monitoreo, que puede ser interno, con personal dedicado a la vigilancia, o externo, con servicios de monitoreo profesional.

Almacenamiento de datos

Las grabaciones se almacenan en dispositivos como discos duros, o servidores en la nube, con una capacidad que varía según la cantidad de cámaras y la resolución de las grabaciones.

Tecnología de reconocimiento de patrones

Algunos sistemas emplean tecnologías avanzadas de reconocimiento de patrones, que pueden incluir la identificación de comportamientos sospechosos, seguimiento de objetos, o detección de rostros. 

Integración con sistemas de seguridad

Es común que se integren con otros sistemas de seguridad que ya tenga el establecimiento, como alarmas y control de acceso.

Crea una red de elementos que trabajan de manera conjunta para garantizar una protección completa de productos, clientes y personal.

Acceso remoto

Muchos sistemas de videovigilancia permiten el acceso remoto a grabaciones, e imágenes, en tiempo real, con ésto, se alcanza un control total del establecimiento sin la necesidad de estar físicamente en él.

Basta con sincronizar su funcionamiento con el resto de dispositivos, móviles, tablet u ordenadores personales para estar al tanto de lo que ocurre como si estuvieras allí.

Aspectos legales de la videovigilancia

La implementación de sistemas de videovigilancia está sujeta a determinadas consideraciones para garantizar la privacidad y el cumplimiento de las leyes

Con esto presente, hay que tener en cuenta unas condiciones que aseguren un uso legal de las imágenes.

Información de su colocación

La ley requiere que los supermercados informen a empleados, y clientes, acerca de la colocación de cámaras de seguridad.

Basta con colocar letreros visibles que indiquen que la videovigilancia está en funcionamiento. 

Áreas restringidas

Las cámaras deben ubicarse de manera que respeten la privacidad de las personas, por ejemplo, nunca en áreas privadas como baños o vestuarios, o alguna otra de similares características en las que la intimidad prevalezca sobre cualquier otra situación.

Guarda y eliminación de datos

Las leyes de privacidad especifican el tiempo que las grabaciones de videovigilancia deben mantenerse antes de ser eliminadas, y es importante cumplir con esos plazos para evitar problemas legales. 

También la destrucción de toda esa información, especialmente si contienen datos que pueden hacer posible la identificación de las personas, se deben eliminar de una manera determinada para evitar que puedan ser distribuidas sin consentimiento.

Uso adecuado de las imágenes

Las imágenes que se consiguen con la cámaras de videovigilancia solo, y exclusivamente, se deben utilizar de manera ética y legal.

El uso indebido, al igual que la difusión no autorizada, o la manipulación de las grabaciones, tiene consecuencias legales significativas, para ti, y para tu establecimiento.

En definitiva, la videovigilancia es una de las acciones de seguridad que están incorporándose cada vez en más supermercados, y que tiene unos resultados muy efectivos, tanto para evitar pérdidas, como para evitar situaciones incómodas a tu personal y tus clientes.

Una manera más de diferenciarte del resto dando a tu supermercado la calidad que se merece.

Ticket digital en supermercados

Hacía una compra más verde: el ticket electrónico llega al supermercado 

En la era digital en la que vivimos, los supermercados han evolucionado para ofrecer a sus clientes una experiencia de compra más eficiente.

Uno de los cambios más notables es la transición del tradicional ticket de papel al ticket electrónico o digital. 

Este avance tecnológico trae consigo numerosas ventajas, aunque, como cualquier otro avance, no evita algunos inconvenientes. 

Vamos a ver con más detalle en qué consiste este sistema que, poco a poco, se va implantando en los supermercados.

¿En qué consiste el ticket electrónico?

El ticket electrónico es una versión digital del recibo de compra tradicional impreso en papel.

Igual que se ha ido aceptando en diferentes sectores, el nuestro ya está empezando a contar con él para ofrecer una nueva experiencia de compra a los consumidores.

En lugar de recibir un ticket físico, al finalizar la compra, los clientes reciben un documento digital con toda información detallada sobre los productos que han adquirido, fecha, hora, cantidad.

Todo lo que antes aparecía en un pequeño trozo de papel, ahora se envía a su correo electrónico.

Además, disponen de él en aplicaciones del establecimiento, o en su propia web, donde, en todo momento, pueden acudir para cualquier comprobación.

Todo sin necesidad de imprimirlo, lo tienen en la pantalla.

La asociación de consumidores Facua recuerda algo muy importante.

La sustitución del ticket en papel por uno digital, solo es posible si el cliente acepta.

Nunca, por el momento, puede ser obligatorio.

Ventajas del ticket electrónico para tu supermercado

Ofrece numerosas ventajas, pero también plantea desafíos que hay que valorar, y superar, antes de dar el paso

Ticket amigable con el medio ambiente 

Eliminar el uso de papel innecesario es un reto en todos los sectores.

La sociedad, todavía, está demasiado acostumbrada a él como para eliminarlo de una manera demasiado brusca.

Aun así, es una necesidad a la que nos debemos sumar, paliar el impacto ecológico de pequeñas acciones como ésta que, a la larga, generan muchos beneficios, es un reto a conseguir entre todos.

Mayor accesibilidad a la información de compra

Un ticket digital es mucho más sencillo de guardar, almacenar en archivos personales para, en cuanto se necesite, consultar.

Puedes acceder a ellos desde cualquier dispositivo, y comprobar los datos de esa compra, sin necesidad de tener que guardar los tradicionales tickets de papel, que se pierden, o deterioran, continuamente.

Mejor organización y control de gastos

Es una manera más sencilla de organizar las compras, lo que se ha gastado, cuánto ha costado algo, realizar comparativas, los clientes pueden recuperar las compras pasadas que se mantienen almacenadas en un archivo.

Es mucho más sencillo llevar un registro detallado de tu presupuesto.

La comodidad de no tener un montón de papeles, que no sabes de cuándo son, que justo cuando los necesitas, no aparecen.

¿Qué dificultades presenta para los clientes el ticket digital?

La transición hacia el uso de tickets digitales en los supermercados no deja de ser algo compleja para algunos clientes.

Esta tendencia, que busca simplificar el proceso de compra y reducir el desperdicio de papel, puede ser no del todo aceptada por quienes no están acostumbrados al empleo de tecnología.

Falta de familiaridad tecnológica

Es sin duda uno de los mayores obstáculos que debemos afrontar.

Estamos en un sector en el que muchos consumidores no están acostumbrados a su uso, y, aunque poco a poco, se están habituando, todavía les cuesta.

El uso de aplicaciones móviles está cada vez más extendido, su mayor sencillez facilita la incorporación a ellas de un elevado número de usuarios, pero queda mucho por recorrer.

Hay personas a quienes el proceso de descargar una aplicación, crear una cuenta y guardar los recibos digitales puede abrumar.

Debes ayudarles.

Es necesario que estés disponible para resolver esas dudas que, a la hora de adaptarse a algo nuevo, pueden echar para atrás.

El objetivo es que, poco a poco, todos nos vayamos adaptando.

Personas mayores, o con discapacidades visuales, encuentran difícil navegar por las aplicaciones móviles, o leer los tickets digitales en la pantalla de un dispositivo. 

Alcanzar la digitalización de los procesos es un camino lento que no se consigue si no se tienen en cuenta factores que, muchas personas, deben superar.

Preocupación por la seguridad 

Clientes que pueden sentirse incómodos sobre la seguridad de sus datos personales.

Utilizar webs, o aplicaciones, que nunca han visitado hace temer por cómo van a usarse esos datos que están incluyendo para recibir el ticket digital tras cada compra.

Las noticias de ciberataques están a la orden del día y asusta que sus datos puedan ser hackeados, y filtrados, sin su conocimiento.

Acostumbrarse a lo “no tangible” 

Al principio es extraño, sales de tu supermercado sin ningún justificante de compra, no tienes nada en la mano que justifique lo que has adquirido.

Es raro, y hay que acostumbrarse a ello.

Para muchas personas es una dificultad enorme hacerlo, necesitan tiempo para distanciarse del ticket en papel.

Un buen puente de unión entre ambos es el ticket híbrido.

La alternativa (por ahora) del ticket híbrido

No hay que olvidar que, por ahora, el ticket electrónico es una decisión de tu cliente, a quien debes consultar en cada momento.

Es posible que, todavía no se adapten y que necesiten de un tiempo para hacerlo, como de cualquier otro cambio que supone una modificación tan extrema de las costumbres de muchos años.

Con esta alternativa, el consumidor decide.

Anímale, explicar sus beneficios, tanto para él como para el medio ambiente, facilita mucho dar ese paso.

La implementación exitosa del ticket electrónico en los supermercados, requiere una combinación de tecnología, educación, privacidad y atención a las necesidades de cada uno.El objetivo principal es mejorar la experiencia del cliente y hacer que el proceso de compra sea más eficiente y accesible para todos.