Ticket digital en supermercados

Hacía una compra más verde: el ticket electrónico llega al supermercado 

En la era digital en la que vivimos, los supermercados han evolucionado para ofrecer a sus clientes una experiencia de compra más eficiente.

Uno de los cambios más notables es la transición del tradicional ticket de papel al ticket electrónico o digital. 

Este avance tecnológico trae consigo numerosas ventajas, aunque, como cualquier otro avance, no evita algunos inconvenientes. 

Vamos a ver con más detalle en qué consiste este sistema que, poco a poco, se va implantando en los supermercados.

¿En qué consiste el ticket electrónico?

El ticket electrónico es una versión digital del recibo de compra tradicional impreso en papel.

Igual que se ha ido aceptando en diferentes sectores, el nuestro ya está empezando a contar con él para ofrecer una nueva experiencia de compra a los consumidores.

En lugar de recibir un ticket físico, al finalizar la compra, los clientes reciben un documento digital con toda información detallada sobre los productos que han adquirido, fecha, hora, cantidad.

Todo lo que antes aparecía en un pequeño trozo de papel, ahora se envía a su correo electrónico.

Además, disponen de él en aplicaciones del establecimiento, o en su propia web, donde, en todo momento, pueden acudir para cualquier comprobación.

Todo sin necesidad de imprimirlo, lo tienen en la pantalla.

La asociación de consumidores Facua recuerda algo muy importante.

La sustitución del ticket en papel por uno digital, solo es posible si el cliente acepta.

Nunca, por el momento, puede ser obligatorio.

Ventajas del ticket electrónico para tu supermercado

Ofrece numerosas ventajas, pero también plantea desafíos que hay que valorar, y superar, antes de dar el paso

Ticket amigable con el medio ambiente 

Eliminar el uso de papel innecesario es un reto en todos los sectores.

La sociedad, todavía, está demasiado acostumbrada a él como para eliminarlo de una manera demasiado brusca.

Aun así, es una necesidad a la que nos debemos sumar, paliar el impacto ecológico de pequeñas acciones como ésta que, a la larga, generan muchos beneficios, es un reto a conseguir entre todos.

Mayor accesibilidad a la información de compra

Un ticket digital es mucho más sencillo de guardar, almacenar en archivos personales para, en cuanto se necesite, consultar.

Puedes acceder a ellos desde cualquier dispositivo, y comprobar los datos de esa compra, sin necesidad de tener que guardar los tradicionales tickets de papel, que se pierden, o deterioran, continuamente.

Mejor organización y control de gastos

Es una manera más sencilla de organizar las compras, lo que se ha gastado, cuánto ha costado algo, realizar comparativas, los clientes pueden recuperar las compras pasadas que se mantienen almacenadas en un archivo.

Es mucho más sencillo llevar un registro detallado de tu presupuesto.

La comodidad de no tener un montón de papeles, que no sabes de cuándo son, que justo cuando los necesitas, no aparecen.

¿Qué dificultades presenta para los clientes el ticket digital?

La transición hacia el uso de tickets digitales en los supermercados no deja de ser algo compleja para algunos clientes.

Esta tendencia, que busca simplificar el proceso de compra y reducir el desperdicio de papel, puede ser no del todo aceptada por quienes no están acostumbrados al empleo de tecnología.

Falta de familiaridad tecnológica

Es sin duda uno de los mayores obstáculos que debemos afrontar.

Estamos en un sector en el que muchos consumidores no están acostumbrados a su uso, y, aunque poco a poco, se están habituando, todavía les cuesta.

El uso de aplicaciones móviles está cada vez más extendido, su mayor sencillez facilita la incorporación a ellas de un elevado número de usuarios, pero queda mucho por recorrer.

Hay personas a quienes el proceso de descargar una aplicación, crear una cuenta y guardar los recibos digitales puede abrumar.

Debes ayudarles.

Es necesario que estés disponible para resolver esas dudas que, a la hora de adaptarse a algo nuevo, pueden echar para atrás.

El objetivo es que, poco a poco, todos nos vayamos adaptando.

Personas mayores, o con discapacidades visuales, encuentran difícil navegar por las aplicaciones móviles, o leer los tickets digitales en la pantalla de un dispositivo. 

Alcanzar la digitalización de los procesos es un camino lento que no se consigue si no se tienen en cuenta factores que, muchas personas, deben superar.

Preocupación por la seguridad 

Clientes que pueden sentirse incómodos sobre la seguridad de sus datos personales.

Utilizar webs, o aplicaciones, que nunca han visitado hace temer por cómo van a usarse esos datos que están incluyendo para recibir el ticket digital tras cada compra.

Las noticias de ciberataques están a la orden del día y asusta que sus datos puedan ser hackeados, y filtrados, sin su conocimiento.

Acostumbrarse a lo “no tangible” 

Al principio es extraño, sales de tu supermercado sin ningún justificante de compra, no tienes nada en la mano que justifique lo que has adquirido.

Es raro, y hay que acostumbrarse a ello.

Para muchas personas es una dificultad enorme hacerlo, necesitan tiempo para distanciarse del ticket en papel.

Un buen puente de unión entre ambos es el ticket híbrido.

La alternativa (por ahora) del ticket híbrido

No hay que olvidar que, por ahora, el ticket electrónico es una decisión de tu cliente, a quien debes consultar en cada momento.

Es posible que, todavía no se adapten y que necesiten de un tiempo para hacerlo, como de cualquier otro cambio que supone una modificación tan extrema de las costumbres de muchos años.

Con esta alternativa, el consumidor decide.

Anímale, explicar sus beneficios, tanto para él como para el medio ambiente, facilita mucho dar ese paso.

La implementación exitosa del ticket electrónico en los supermercados, requiere una combinación de tecnología, educación, privacidad y atención a las necesidades de cada uno.El objetivo principal es mejorar la experiencia del cliente y hacer que el proceso de compra sea más eficiente y accesible para todos.