Leemos en la versión web de la revista de Gran Consumo ARAL un artículo sobre el uso y consumo de la mantequiila frente a su gran rival la margarina. Por su interés lo extractamos a continuación.
El mercado de mantequilla y margarina continúa estancado, según se desprende de los datos facilitados por IRI, empresa de información de mercado del sector de retail y FMCG, para el TAM abril de 2015. De acuerdo con esas cifras, durante el pasado ejercicio mantequillas y margarinas obtuvieron un volumen de ventas de 44,4 millones de kilos por un valor de 198 millones de euros, lo que representa un descenso en el volumen del -3,3% (millón y medio menos) y un recorte en el valor conjunto del -5,9% (2,3 millones de euros).
Atendiendo de forma independiente a cada una de las dos categorías, se puede observar que el comportamiento es dispar. Mientras las margarinas –que representan el 70% del volumen total de ventas- dibujan una clara línea de caída, las mantequillas –que suponen el 57% del valor total de las mismas- consiguieron colocarse en positivo. De esta forma, las primeras alcanzaron un volumen de ventas de 31,1 millones de kilos (-4,7%) y una facturación de 111,6 millones de euros (-10,3%); en tanto que las segundas llegaron a los 13,2 millones de kilos (+0,1%) y los 86,3 millones de euros (+0,6%).
Beneficios para la salud
Esta diferente evolución está llevando ejercicio tras ejercicio a una disminución de la diferencia que ha venido existiendo entre una categoría y otra. La razón hay que buscarla en un factor que cuenta año tras año con un mayor peso en la decisión de compra: la salud, al margen de otros aspectos como puede ser el del sabor. Y en este caso que nos ocupa, el consumidor es cada vez más consciente de los beneficios para su salud de la mantequilla frente a la margarina lo que se viene reflejando en las cifras de evolución del mercado (lo que se convierte en una interesante oportunidad para los fabricantes de estos productos). Otro dato a tener en cuenta también, es que las ventas de mantequilla en el canal de gran consumo se han visto favorecidas por el descenso del consumo fuera del hogar debido a la crisis económica, que ha “obligado” a desayunar en casa más habitualmente.
Pese a este estancamiento del mercado de margarinas y mantequillas (con las diferencias, como hemos señalado, que existen entre ambas categorías), otras variables mantienen la esperanza de su reactivación. Se trata de aspectos como la penetración en los hogares de estos productos, que, según datos aportados por KantarWorld Panel para el TAM1 de 2015, supera los 8,8 millones de compradores en el caso de las mantequillas y los 12,1 millones en el de las margarinas. Además, se mantiene el gasto medio anual en mantequilla (-0,8%), aumenta ligeramente el gasto medio por compra (+0,6%) y se reduce la frecuencia de compra, lo que quiere decir que el consumidor visita más frecuentemente los puntos de venta pero está más atento a las promociones y a las posibles bajadas de precios.
En el caso de las margarinas, el descenso en el gasto medio anual del orden del -6,6% (8,9 euros) y del gasto medio por acto de compra en un -7% (1,6 euros) atiende, además de a la bajada de las ventas de este producto, a un descenso importante de los precios. Esto último queda reflejado también en los datos generales que hemos indicado al comienzo de este reportaje, en donde es significativamente mayor el descenso experimentado en el valor de las ventas que en el volumen de las mismas.
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