Con todas las tensiones económicas que se avecinan y en medio de una crisis sanitaria que no tiene intención de desaparecer en el mediano plazo, las marcas blancas tienen una nueva oportunidad de crecer de manera exponencial en España, algo que ya ha sucedido en crisis anteriores.
Los estudios de mercado que han sido publicados por Kantar, Nielsen e IRI, dejan en claro un control en el gasto por parte de los consumidores para los siguientes meses, algo que terminará obligando a las cadenas de supermercados a adoptar estrategias que den prevalencia a las marcas blancas, las cuales tienen la capacidad de disminuir el costo total de la cesta de compra mensual.
De hecho, la tendencia de comprar marca blanca se viene evidenciando desde que inició el Estado de Alarma. Según cifras de IRI, las marcas blancas tuvieron una prevalencia de entre 30% y 40% en la cesta de compras frente a las marcas del fabricante, un fenómeno similar al evidenciado durante los años 2008 a 2012.
20 años de crecimiento sostenido
Las marcas del distribuidor han experimentado un crecimiento sostenido durante las últimas dos décadas. En el año 2000 ya tenían popularidad y aceptación en el mercado, pero su prevalencia en la cesta de compra era cercana al 15% del gasto total, porcentaje que se elevó a 27% en medio de la crisis económica del 2008.
Durante ese año, las marcas blancas incrementaron su prevalencia hasta llegar al 39%. Desde el 2014 las cifras han tenido alzas y bajas, pero habían sido relativamente estables. Esto se debió al hecho de que las empresas fabricantes invirtieron en innovación para crear productos con calidad Premium y mantenerse en la preferencia de los consumidores ganados.
En el contexto actual se espera que la prevalencia vuelva a posicionarse entre el 30% y 40% de los gastos en supermercado, pero es casi imposible que se mantenga un crecimiento similar al de la última crisis, ya que en la actualidad se trata de un mercado consolidado y además, la crisis actual no es comparable con la de aquel momento.
Algunas categorías son menos susceptibles a ser desplazadas por las marcas blancas
El consumidor se ha educado y entiende que las marcas blancas no tienen una calidad inferior a las del fabricante, pero esto no implica que este deje de mostrar preferencia por algunas marcas conocidas en el mercado. En general, la prevalencia de las mascas blancas es notoria en determinadas categorías.
Por ejemplo, para los productos de limpieza y desinfección, higiene, cuidado del hogar, conservas, arroz, azúcar, sopas instantáneas, bebidas, las marcas blancas tienen un gran nivel de aceptación. En general, casi todo producto de primera necesidad es susceptible a ser desplazado por marcas que se ofrezcan a un costo menor.
Ahora, las marcas de fabricante pertenecientes al segmento Premium, como cerveza, café soluble, agua mineral, cosmética, protección solar, perfumería y más, suelen ser rubros que tienen muy pocas probabilidades de ser desplazado por una marca blanca.