Prohibición venta bebidas energéticas

Venta de bebidas energéticas, el primer paso a la prohibición

Recientemente ha vuelto a la actualidad un debate que desde hace años está latente, el peligro del exceso de bebidas energéticas en los jóvenes, que puede tener graves daños para su salud.

En particular, algunas Comunidades Autónomas ya han dado el primer paso para limitar su venta a menores.

La facilidad de acceso de estas bebidas, junto a una publicidad atractiva que da a entender efectos más beneficiosos de lo que en realidad son, hace de ellas un habitual en el consumo de los jóvenes, con la idea de que va a ser una inyección de energía para sus actividades.

Están equivocados.

¿Qué son las bebidas energéticas?

Las bebidas energéticas son refrescos que contienen cafeína, azúcares y otros estimulantes, con la intención de proporcionar un suplemento de energía que se siente casi de inmediato, y una sensación de enorme aumento de vitalidad.

Consiguen hacer sentir un escaso cansancio, incluso después de horas de actividad, sin tener la necesidad de descansar ni bajar el ritmo.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ya hace tiempo, ha publicado información referente a las consecuencias de su consumo diario y excesivo, entre los adolescentes.

Los efectos en el organismo están muy alejados de lo que piensan estos consumidores habituales.

Efectos en el organismo de un consumo excesivo de bebidas energéticas

Ofrecen un aumento puntual de energía, una sensación pasajera que obliga al consumidor a necesitar mantener esa actividad a base de un consumo continuo y, en la mayoría de los casos, excesivo.

El efecto es el contrario al que se desea, y las consecuencias para la salud, a corto plazo, son importantes, creando una sensación de necesidad que hace que cada vez el consumo sea mayor.

Síntomas tan importantes como nerviosismo, insomnio, y hasta problemas cardíacos, son patologías con las que los adolescentes llegan a la consulta del médico 

Una bebida energética contiene una cantidad de cafeína que podemos equiparar a la que aportan varias tazas de café, algo alarmante en el caso de los jóvenes, pero, no solo eso, además añade la velocidad de consumo, esa facilidad de hacerlo por su sensación refrescante.

En el caso del café, sin ser tampoco aconsejable en exceso, su temperatura facilita que se tome con más lentitud, incluso que se deguste, y es esta ingesta lenta lo que hace que perjudique menos al sistema cardiovascular.

Este tipo de bebidas, que tienen un valor nutricional prácticamente nulo, la energía que aportan es la que se consigue de las calorías de todos los azúcares que contienen.

Impacto en los jóvenes: razones para su prohibición

Tanto jóvenes como adolescentes son un público especialmente vulnerable, a estas edades en las que se dejan llevar por lo que ven a tu alrededor, una publicidad adecuada hace que se decantan por ellas persiguiendo unos “beneficios que no les benefician”. 

Su sistema nervioso aún está en desarrollo, y el exceso de cafeína puede interferir con este proceso. 

Aumentan la euforia y el atrevimiento para realizar todo tipo de actividades peligrosas que, de otro modo, no se les pasaría por la cabeza, y que no suelen temas demasiado bien.

Se trata de que sienten esa sensación equivocada de  “poder con todo”

Por último, no solo se trata de beber estas bebidas de manera individual, sino que se asocia su consumo en compañía de alcohol, lo que multiplica demasiado el peligro para no tenerlo en cuenta.

Por qué son tan habituales entre los jóvenes

Una brutal campaña publicitaria que enmascara unos efectos dando a entender que son beneficios, su fácil acceso, y su poco coste, las hace atractivas y accesibles.

Su consumo no se trata ya de una moda, sino de algo tan habitual que lo utilizan para todo, salir, estudiar, hacer deporte o hasta en su trabajo, buscan esa sensación de estar llenos de energía, y de que nadie los puede parar.

Prohibición de venta de bebidas energéticas a menores

El pasado mes, ha sido la Xunta de Galicia la que ha dado el primer paso para conseguir esta prohibición, y otras como Andalucía o Cataluña están en camino de seguirla.

Su propuesta de lucha contra el consumo a base de la prohibición de su venta a menores de edad. equipara este producto a la forma de actuar con las bebidas alcohólicas, como una medida que impida ese fácil acceso en los supermercados que, ahora, es habitual.

Infracciones de carácter leve con sanciones que van desde 601 a 3.005€, que los gobiernos de las autonomías que dedican continuar con ella, prevén ya para principios de 2024.

¿Qué comunidades autónomas van a prohibir la venta de bebidas energéticas?

La primera comunidad que dificulta que se puedan comprar bebidas energéticas en España desde el próximo año es, según las últimas noticias, Galicia.

De hecho, la Xunta está elaborando un borrador de una nueva ley para la prevención de adicción a estas bebidas estimulantes, y evitar el aumento de su consumo habitual.

Tras ellas, y con la misma intención, ya se posicionan otras, como Castilla y León, la Comunidad Valenciana, a las que siguen otras que están tomando iniciativas similares, como Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha y el País Vasco. 

El peligro de la publicidad de bebidas energéticas

Este tipo de bebidas se consume a edades cada vez más tempranas de adolescentes que ven cómo se dirigen a ellos multitud de anuncios en canales que visitan con asiduidad.

Este tipo de publicidad, aunque se ha intentado limitar, no ha tenido mucho éxito, por lo que llega sin dificultad a este tipo sector tan sensible de la población.

Adolescentes y jóvenes ven como sus ídolos, deportistas, o influencers prestan su imagen para visibilizar un producto del que no son conscientes de sus efectos, y que tanto les perjudica, sin apenas darse cuenta..

Todo apunta a que en gran parte del territorio, a partir de 2024, estas bebidas serán  controladas y tratadas de manera similar al alcohol para su venta, algo que hace que en tu establecimiento debas distribuir este producto para evitar, en lo posible, que sea consumido por quien no debe hacerlo.

En los supermercados, las bebidas energéticas hasta ahora son un refresco más que se presenta junto con otros que, sin ser demasiado adecuados para la salud, no son tan peligrosos.

Hemos de esperar a la entrada en vigor de las nuevas leyes, para saber, con certeza, cómo comportarnos para exponer estas bebidas en nuestro establecimiento.