Un supermercado es una línea de defensa vital en la prevención de las intoxicaciones alimentarias durante el verano.
La correcta manipulación, y almacenamiento, de alimentos, una cuidada selección y rotación de productos, la formación del personal y rigurosas normas de higiene, son medidas que garantizan el estado óptimo de los alimentos.
En la parte que te toca, debes hacer lo posible para evitar perjudicar a la salud de tu cliente.
El peligro de las intoxicaciones alimentarias en verano
Sufrir una intoxicación por el mal estado de un alimento es un peligro constante durante todo el año, pero ahora, con el calor, se acentúa.
Las altas temperaturas favorecen el crecimiento de las bacterias en los alimentos, y los supermercados juegan un importante papel para evitarlo en todo lo posible.
En tu mano está dar visibilidad a esta situación tan perjudicial para la salud del consumidor.
Puedes crear campañas informativas, ya sea online, publicando contenido en tu web referente a ese tema, o con carteles y folletos en tu establecimiento.
Se trata de enseñar las prácticas seguras de manipulación de alimentos y de mantenerlos a una temperatura adecuada hasta el momento de su consumo.
¿Qué son las intoxicaciones alimentarias?
Las intoxicaciones alimentarias son las enfermedades que causa el consumo de alimentos o bebidas en mal estado, es decir, que están contaminadas con bacterias, virus, parásitos o toxinas.
Una vez que la persona ha ingerido un alimento en esas condiciones, padece unos síntomas que varían en función del grado de intoxicación que haya sufrido, así como de la cantidad ingerida.
Es entonces cuando tiene un malestar que va de leve a grave, caracterizado por náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y dolor abdominal.
¿Por qué son más comunes en verano?
Aunque son posibles durante todo el año, por un mal manejo de los alimentos, en verano, lo son aún más, por las condiciones propias de la estación, las altas temperaturas y que exige un cuidado mayor en su mantenimiento y conservación.
Altas temperaturas
El calor del verano propicia un ambiente ideal para que las bacterias se multipliquen a una velocidad asombrosa,
Para un alimento, estar fuera del refrigerador, tan solo unas horas, favorece que se desarrollen esas bacterias.
El rango de 4º a 60º es el llamado “zona de peligro”, las temperaturas que más afectan a los alimentos, es el margen con más posibilidad de estropearse y afectar la salud de quien lo consume
Conservación inadecuada
Esta estación es muy propicia para hacer excursiones o salidas que invitan a preparar la comida al aire libre, en lugares donde no es posible mantener unas condiciones ideales de higiene para los alimentos.
En muchos casos, los ingredientes permanecen demasiado fuera del refrigerador, o no conservan la temperatura adecuada, y es justo lo que necesitan las bacterias para multiplicarse.
La unión de ambos, favorece en gran medida una intoxicación por alimentos en mal estado.
Intoxicaciones alimentarias más comunes en verano
Las intoxicaciones más frecuentes, y que es más fácil que aparezcan si no se tiene cuidado con los alimentos, son la salmonela y E. coli.
Alimentos como carne y aves crudas, pescados y mariscos, huevos, frutas y verduras sin lavar, y productos lácteos sin pasteurizar, son con los que tienes que tener especial cuidado y mantener en buen estado de conservación en tu establecimiento.
Cómo tu supermercado evita las intoxicaciones veraniegas
El supermercado es una pieza muy importante para conseguir que los alimentos lleguen a la mesa en óptimas condiciones.
Mantener la cadena del frío, cuidar el perfecto estado del envasado, la manipulación, …, cualquiera de los procesos por los que pasan los productos desde que están en nuestro poder, debe realizarse con especial cuidado en esta época.
Manipulación y almacenamiento alimento
Es la primera fase por la que pasa un producto que llega a nuestro establecimiento, y justo es cuando hay que empezar con ese cuidado extra que nos obliga el verano.
Debes supervisar los sistemas de refrigeración y congelación, asegurando su perfecto funcionamiento, y que mantienen las temperaturas adecuadas.
A la vez, debes comprobar, en su caso, los envases de los productos, cualquier rotura posibilita una variación de su temperatura óptima, y acelera su descomposición.
El transporte de los productos debe hacerse en medios adecuados, que propicien mantener las recomendaciones de los productores, y garanticen la temperatura que necesita cada uno.
Incluso ya en tu propio establecimiento, el transporte desde tu zona de almacén hasta los lineales, o las cámaras, debe realizarse de manera correcta y con los métodos que aseguren que llegan al consumidor en perfecto estado.
Es necesario supervisar el control de todas las acciones, para que los alimentos perecederos, como carnes, pescados, lácteos o huevos se mantengan frescos.
Rotación de productos en estantes, cámaras y expositores
Es la manera que evita ofrecer productos caducados.
Controles diarios de la fecha de caducidad para comprobar que es la adecuada y retirar los que no cumplan con ella, o están cerca,y no pueden ponerse ya a la venta.
Es mucho más importante en verano, cuando los alimentos se estropean más rápidamente, y obliga a estar mucho pendiente de las rotaciones en el momento de reponer tus estanterías.
Educación y formación del personal
Tu equipo tiene que ser consciente de los peligros, y de las consecuencias, de un mal cuidado de los alimentos en verano.
Debe recibir toda la información y formación necesaria para actuar de la mejor manera.
Tener claro cómo reponer, cómo mantener los productos, el momento en el que se deben retirar, y cómo detectar su deterioro, es la manera de que todo funcione sin perjudicar el estado de los alimentos
Para todo eso, el personal ha de recibir la formación adecuada.
En resumen, el verano trae un mayor riesgo, y desde tu propio supermercado es donde puedes evitar que ocurran casos de intoxicaciones veraniegas.
Un control exhaustivo de los productos desde que llegan hasta que se ponen a la venta se convierte en vital para conseguirlo.
Cualquier pequeño fallo provoca una aceleración del aumento de bacterias que pueden resultar muy dañinas, además de un aumento de desperdicios por no poder poner a la venta esos productos afectados
Sin duda, el supermercado es un eslabón muy importante para evitar las intoxicaciones alimentarias en verano.
Solamente se trata de aumentar el cuidado con el que trabajas durante todo el año, para que las marcas que ofreces a tus clientes lleguen a su mesa en las mejores condiciones.