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Lo que más compramos en el supermercado

Lo que más compramos en el supermercado

Conocer cuáles son los productos más consumidos en España resulta una excelente guía para todos los empresarios al momento para entender los hábitos de consumo de los clientes y gestionar los inventarios de una manera más efectiva.

Distribuir bien el dinero y administrar correctamente cada uno de los gastos es una necesidad para los consumidores y en este proceso se observan cambios constantes. Según las últimas cifras, el consumo de alimentos y bebidas tuvo un aumento en el año 2016, pero la realidad es que los consumidores están gastando menos dinero en sus compras diarias y semanales.

¿Cuáles son los productos más consumidos?

Principalmente los alimentos y bebidas no alcohólicas se mantienen como los principales productos alimenticios en las listas de compra de los españoles, quedando en un 18%, frente a las bebidas alcohólicas que solo alcanzan el 1% del gasto mensual de una persona promedio.

El principal alimento de la cesta de compra de los hogares españoles es la carne, representando un 4,7% del total de la cesta de compra seguido de cerca por el pan y los cereales con un 2,9%. Lácteos, huevos y queso tienen una relevancia del 2% y el consumo de frutas, verduras y hortalizas queda en un último lugar.

El consumo en comparación con el año 2016

Desde el año 2013 los productos más consumidos son los alimentos y las bebidas en general. Sin embargo, en un análisis más detallado, encontramos que el consumo ha aumentado específicamente en café, cacao e infusiones un 7% aproximadamente y el pan y los cereales un 1,9% con respecto al año anterior.

Aunque en la cesta de compra no representa un gran porcentaje, las frutas y las verduras tuvieron un aumento en el consumo de un 8% con respecto al primer trimestre del año 2016. Este tema lo abordamos en una entrada anterior, cuando tocamos el tema de las tendencias de consumo del año 2017 y explicábamos la evolución que estaba teniendo el concepto de lo saludable y natural.

Las marcas blancas se encuentran entre los productos más consumidos

Las marcas blancas, son propiedad de las cadenas de distribución y dado que representan un ahorro sustancial en cuanto al gasto total mensual, se han convertido en una competencia directa para los fabricantes de las marcas más conocidas. Las marcas blancas representan un 34% de las compras de los españoles y cada hogar gasta en promedio unos 786 euros en esta clase de producto, dado el ahorro que produce en sus gastos mensuales, sin desmejorar en calidad.

Hacer un análisis detallado de cuáles son los productos más consumidos le permite a la gerencia de los supermercados, realizar compras verdaderamente inteligentes, en función tanto de las necesidades reales de consumidor, como en las metas de venta que se tienen establecidas, toda esta información permite entonces, optimizar los procesos de inventario y establecer estrategias de compra que favorezcan la rotación de los productos y evitando estacar recursos financieros en mercancía con potencial de convertirse en inventario muerto.

Consejos para salir del inventario muerto

Consejos para salir del inventario muerto

Algunos empresarios, en especial los más pequeños, que no tienen la adecuada orientación en cuanto a una estrategia correcta para manejar sus inventarios, se vuelven propensos a comprar una gran cantidad de productos para aprovechar los descuentos que ofrece el proveedor, lo cual puede llevar a una baja rotación en los inventarios, una situación que, de no manejarse correctamente, puede conllevar a un importante costo de oportunidad.

La baja rotación de inventarios significa recursos inmovilizados

Debemos tener en cuenta que la poca movilización de la mercancía y el inventario muerto implica o tiene una consecuencia directa para el empresario, y es que tendrá inmovilizados una parte sustancial de sus recursos financieros, por los que no obtendrá rentabilidad alguna.

Si bien la compra de productos en grandes cantidades puede significar una vía de descuentos considerables y un mayor margen de beneficios en determinada clase de productos, la regla general tiene que ser el equilibro entre la inmovilización de los recursos financieros que se genera en el almacén del supermercado y el volumen real necesario para atender el proceso productivo del mismo. En otras palabras, la función de la gerencia en conjunto con el encargado del almacén, es determinar un punto de equilibrio entre la demanda real de los productos y el volumen del inventario.

Este tema se debe manejar con mucha atención, ya que el desbalance en los dos temas mencionados anteriormente, puede generar dos escenarios:

  • Un elevado volumen de inventario muerto puede hacer que el supermercado deba enfrentar problemas de liquidez para atender obligaciones de pago o adquirir otra clase de mercancía de mayor rotación o de temporada, etc.
  • En caso contrario, un inventario insuficiente puede producir que se detenga una parada del proceso productivo y causar la incapacidad de atender las necesidades de los consumidores.

Mejorar la estrategia de compra

Deshacerse del inventario estancado es la mejor opción para un supermercado, es la opción más barata y rentable, ya que el inventario muerto ocupa espacio, se vence y/o deteriora, ocasiona gastos de mantenimiento y cuidados y ocupa espacio en los pasillos que bien podrían utilizarse para productos más rentables y de mejor movilidad.

Las promociones pueden ser un recurso muy eficiente para recuperar el dinero invertido en mercancía que se ha convertido en inventario muerto y aún cuando se baje el valor de los productos casi a precio de costo, igual se obtiene una ganancia, que siempre será mejor que una pérdida si la mercancía llegare a dañarse por permanecer mucho tiempo en almacén.

Sin embargo, la compra inteligente es la mejor manera de prevenir que la empresa se haga con inventario muerto, y esta compra inteligente parte de un conocimiento concreto de las necesidades reales de los clientes y de sus hábitos de consumo, que permita realizar negociaciones adecuadas con los proveedores lo cual  redunda en la optimización de los recursos económicos, siempre desde una visión equilibrada, que evite totalmente el estancamiento innecesario de recursos económicos que pueden servir para asumir otras obligaciones.

complementariedad

El auge de la complementariedad

En la búsqueda por mejorar la rotación de productos en el punto de venta, los fabricantes y distribuidores han comenzando a organizar los productos dentro del local comercial según lo que se conoce como universos de consumo, pensados especialmente para satisfacer la necesidad de los consumidores.

Esto se ha logrado, aplicando el concepto de complementariedad, entendiendo que hay productos que deben permanecer cercanos el uno al otro porque se complementan. Siendo así, ya no se encuentran las galletas junto a las pastas, sino que las galletas se encuentran en el mismo pasillo sonde podemos encontrar la leche y los cereales; porque pertenecen al universo del consumo del desayuno.

Esto no es un hecho nuevo, pero ha tomado mayor auge en la actualidad, dado que las personas tienen la imperiosa necesidad de ubicar las cosas de manera oportuna, gracias a la falta de tiempo para ser gastado en trivialidades.

Los productos complementarios

Se llama productos complementarios a todos aquellos que se deben utilizar con otros a fin de satisfacer una necesidad específica. Por ejemplo, la leche y el cereal, la mesa y la silla, los platos y los cubiertos, las raquetas y las pelotas de tenis, y un largo etcétera.

La relación que se establece entre los productos complementarios es de tal magnitud, que el consumo de uno va directamente unido al consumo del otro o de todos aquellos que complementan al primero. Esto es en resumen, lo que significa o se define como  complementariedad, y se aplica en casi todo comercio retail de cualquier rubro, aunque se evidencia mucho más en el sector alimentos por ser de consumo masivo y de alta rotación.

Por supuesto, existen diferentes grados de complementariedad entre los productos. En algunos casos los productos complementarios pueden ser incluso dependientes directos, como es el caso de una llave y una cerradura, mientras que en otros casos puede ser una relación mucho más flexible y variable, e incluso totalmente indirecta, por ejemplo, si los electrodomésticos bajan de precio, aumenta su compra, su consumo y así mismo, aumenta el gasto de energía eléctrica, una complementariedad indirecta que beneficia a actores de dos rubros diferentes.

Parte del deber del distribuidor, es reconocer cuales son los productos complementarios que posee, y agruparlos en consecuencia, de forma que los consumidores los identifiquen como tal. De ahí que los pasillos se conviertan en universos de consumo, donde las personas puedan ir con su carrito y sin saltar de un lugar a otro, vayan tomando todo lo que les corresponde según la necesidad, sea desayunar, lavar la ropa o comprar helados y artículos congelados.

Se debe tener en cuenta también que el aumento de un producto o las ofertas, incide de manera directa en las ventas del otro artículo, pudiendo hacer que la demanda de ambos descienda o aumente, según la estrategia aplicada y la necesidad real que tengan los clientes de adquirir ese producto y su respectivo complemento, por lo cual, las estrategias de ofertas y cambios de precio deben estudiarse con detenimiento.