A partir del martes 1 de julio se ha estrenado en España el nuevo tarifario eléctrico clasificado por tramos horarios, cambiando el modo en que consumimos la electricidad en el hogar. Se trata de un cambio que afectaría principalmente a los consumidores que se han acogido al PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor).

No obstante, la realidad es que todos los consumidores que se encuentren en el libre mercado también serán afectados, pues las comercializadoras tendrán que establecer nuevos precios fijos de un año y ajustar costos, esperando al final de cada contrato para actualizar dichos precios en función al nuevo tarifario. Lo mismo ocurre con las tarifas comerciales.

¿Cuál es la razón del incremento en el precio?

El nuevo tarifario eléctrico evidencia un incremento del 50% en el costo de la electricidad en España, con respecto a las cifras promedio de costos del año anterior. Según las declaraciones oficiales, la nueva forma de facturación y tarifas busca “ser más eficientes”, pero no contempla ser más barata debido al contexto energético actual.

Los factores que han impulsado las nuevas tarifas, son los precios elevados que alcanzaron el gas y los picos en las emisiones de CO2, algo que ya venían alertando los representantes del sector. Recordemos que en la actualidad, cada país compra una determinada cantidad de CO2 que puede verter a la atmósfera. En la actualidad, el precio del CO2 supera los 50 euros por tonelada.

Del mismo modo, el gas se mantiene en escalada, subiendo durante la última quincena del mes de mayo, un promedio del 3,3%. “Durante este periodo la tendencia de los precios de gas de los hubs europeos ha sido generalmente al alza aunque con gran volatilidad”, según se explica en el boletín de precios del mercados de Gas Industrial.

¿Cuáles son los cambios en la nueva factura de luz?

Para centrarnos un poco en el impacto de la nueva medida, es necesario evaluar cuales son los cambios a los cuales tendremos que enfrentarnos y las novedades que vienen con el estreno de tarifas.

• Desglose de factura. En la factura nueva se pagan diferentes conceptos en un monto único, entre los que se incluyen: peajes, cargos por costos fijos, comisión de la compañía de luz contratada, alquiler de equipo, impuestos, potencia contratada, consumo de energía.
• Potencias contratadas. Estas se reflejarán según el tramo horario y el consumidor se encuentra en la capacidad de contratar diferentes potencias para cada tramo, centrándose en sus necesidades de consumo. Quizás este sea uno de los puntos más complejos de entender, habiendo tres tramos horarios (punta, llano y valle).

Como resultado de la nueva factura, ya la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha comenzado a recibir denuncias y pruebas de inconformidad con el nuevo sistema, tanto de parte de los consumidores, como de las empresas prestadoras de servicio, demostrando que un bajo porcentaje de la población se encuentra conforme con el importe de su nueva factura eléctrica.

En la mayoría de los casos, la formación exigida para ser empleado de un supermercado o una tienda especializada en la comercialización de alimentos y comestibles no suele ser excesiva. No obstante, se trata de un trabajador esencial dentro de la cadena de suministro, que cumple funciones imprescindibles para el funcionamiento de la sociedad.

Por tanto, se le exige una serie de habilidades y conocimientos específicos en función de la posición en que se desempeñe. Resulta indispensable la formación en seguridad alimentaria y manipulación de alimentos, que acredite al trabajador como una persona con la capacidad de cumplir las medidas de seguridad necesarias para evitar la contaminación de alimentos.

De este modo, se evita situaciones que favorezcan la propagación de enfermedades. Esto es fundamental dentro del contexto actual de pandemia vírica, donde los colaboradores se encuentran más que nunca en la obligación de conocer y hacer cumplir los protocolos de bioseguridad con el objetivo de desacelerar la propagación del virus.

¿Cuál es la importancia de la formación en manipulación de alimentos e higiene alimentaria?

Todas las empresas cuyo rubro de negocios implique el contacto con alimentos, deben estar en la capacidad de acreditar que todos los miembros de su equipo de colaboradores poseen una formación mínima relacionada con la manipulación de alimentos  y las normas de calidad vigentes en materia alimentaria.

Esto se logra gracias a formaciones especificas en manipulación de alimentos, que resulta obligatoria para todos los colaboradores de un supermercado y en general, para todos los participantes de la industria alimentaria, como los restaurantes, hoteles, empresas donde se procesa alimentos para el consumo humano, etc.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la manipulación de alimentos engloba un conjunto de conceptos y prácticas que sirven para asegurar la inocuidad de los alimentos y eliminar cualquier elemento que pueda afectar la salud pública. Para esto, se han categorizado parásitos, virus, bacterias y sustancias tóxicas con la capacidad de causar enfermedades.

La seguridad alimentaria en el supermercado depende de la formación de los colaboradores

Todo el equipo de trabajo debe estar consciente y dominar las pautas que se aplican en las diferentes zonas de trabajo dentro del supermercado para garantizar la seguridad de los alimentos y por consecuencia, generar una reducción de la posibilidad de que estos lleguen a transmitir enfermedades a causa de una mala manipulación.

Las etapas donde se evidencia la importancia de la formación en seguridad alimentaria y manipulación de alimentos para evitar la propagación de enfermedades, son las siguientes:

• Recepción y almacenamiento de alimentos.
• Exposición en lineales, mostradores, refrigeradores y congeladores.
• Limpieza y desinfección de los espacios.

La formación de los trabajadores en cuanto a higiene y seguridad alimentaria resulta hoy más que nunca un tema prioritario para los colaboradores de los supermercados, pues son empleados expuestos al contagio por COVID-19 y pueden convertirse en agentes de transmisión si desconocen los protocolos de bioseguridad y carecen controles y auditorias periódicas.

En el año 2018, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) presentó el lema ‘’Un planeta sin contaminación por plásticos’’ para crear conciencia e informar sobre lo nocivo que es este material para la vida del planeta tierra y lo mucho que se agrava la situación a diario.

El plástico ocupa un lugar muy importante en la vida de los seres humanos, se ha vuelto un material muy útil y casi indispensable, que podemos encontrar en todos lados. Es un material derivado del petróleo que tiene una durabilidad infinita. Pero no es biodegradable, es capaz mantenerse y existir por muchos años, y hasta siglos.

Esta característica lo convierte en un arma letal para la vida del planeta, sobre todo, debido a que los restos de este material se desechan en cantidades astronómicas en el mar, afectando toda la flora y fauna marina y, por consiguiente, la vida humana, si seguimos los pasos de la cadena alimenticia.

Teniendo esto en cuenta, se ha convertido en algo de extrema importancia reducir el uso de plásticos de un solo uso y posteriormente, eliminarlo por completo en la medida de lo posible.

¿Qué abarca la nueva ley sobre plásticos de un solo uso?

La nueva legislación, enmarcada en la EEEC (Estrategia Española de la Economía Circular) establece que habrá limitaciones en el uso de determinados plásticos clasificados como no reutilizables, por ejemplo: vasos para bebidas, recipientes para alimentos, pajitas, entre otros.

La multa será de €0,45 por kilogramo de envase y se aplicará a todo fabricante, empresa de adquisición o  de importación que utilice este material en territorio español.

El nuevo reto que debemos asumir contra el plástico

Esta problemática recae en gran medida en los hombros de los comercios y distribuidores, pues son los entes que permiten e incentivan la fabricación de packaging y otro tipo de plásticos de un solo uso.

Con las medidas que se están tomando y que empiezan a ser vigentes desde el 3 de julio de 2021, tomándose como punto de partida oficial el año 2022, se espera reducir el uso de plásticos de un solo uso en un 50% para el 2026 y en un 70% para el 2030.

Para lograrlo es necesario que tanto los comercios, distribuidores, como los consumidores, empecemos a buscar y utilizar alternativas al plástico y, también, a fomentar el uso de componentes distintos a este material.

Muchas empresas ya están aplicando medidas para contribuir y adaptarse al cambio, aún cuando el uso de nuevos materiales pueda suponer gastos adicionales. De igual modo, para los consumidores, determinados productos tendrán un precio acorde al material y el proceso de producción utilizados. A partir de 2023, cada comida o bebida envasada en plásticos será cobrada con recargo al consumidor y podrán visualizarse las diferencias en las facturas de la compra.

Supone un esfuerzo extra para quienes están dentro del mundo del comercio debido a las obligaciones y los calendarios a cumplir en cada comunidad autónoma para ejecutar un trabajo armonioso y efectivo. Y aunque estas medidas tengan pros y contras para todos los involucrados, se deben aplicar ahora, antes de que sea demasiado tarde y la situación no tenga vuelta atrás.