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5 errores comunes en la gestión de un supermercado (y cómo solucionarlos)

Gestionar un supermercado no es tarea fácil. 

Pedidos, proveedores, personal, horarios, márgenes, competencia, … no es de extrañar que se cometan errores. Lo importante es detectarlos a tiempo, corregirlos y seguir mejorando. 

De entre estos errores destacan cinco a los que vamos a intentar poner solución.

¿Qué implica la gestión de un supermercado?

Como decimos, no es algo tan sencillo como pueda parecer desde fuera: va mucho más allá de abrir la persiana cada mañana

Implica coordinar decenas de tareas, equipos, horarios y decisiones clave todos los días. Desde elegir qué productos vender, hasta decidir cómo colocarlos, a qué precio ponerlos, cuándo hacer los pedidos, cómo gestionar al personal o cómo comunicarse con los clientes.

Un buen gestor de supermercado necesita tener visión comercial, organización, capacidad de liderazgo y, sobre todo, una mentalidad flexible porque el mercado cambia rápido, los hábitos de consumo también, y lo que hoy funciona, mañana puede no tener sentido.

Por si esto fuera poco, hay una competencia feroz. 

No solo con grandes superficies, sino también con supermercados de barrio, tiendas online y apps de reparto a domicilio. Por eso, quien dirige un supermercado necesita estar atento a los detalles, tomar decisiones rápidas y, muy importante, aprender de los errores.

5 errores en la gestión de un supermercado (y cómo solucionarlos)

Aunque cada establecimiento es diferente, hay errores que se repiten con frecuencia. A veces por falta de tiempo, otras por no tener la formación adecuada o simplemente por no haberse parado a analizar la situación.

 Aquí tienes los 5 más habituales y cómo darles la vuelta a cada uno.

01. No tener bien organizado el lineal

Uno de los errores más frecuentes (y de más fácil solución) que afecta directamente a la experiencia del cliente y a las ventas. Si los productos no están bien colocados, el cliente no los encuentra y puede marcharse enfadado (o sin comprar lo que quería) y con poca probabilidad de que repita.

¿Cómo se manifiesta?

Con los productos sin orden lógico (por ejemplo, los cereales en un lado y la leche en otro muy alejado).

No seguir una estrategia de planograma (ubicación pensada para maximizar ventas).
Tener zonas “muertas” donde nunca se mira.

Reponer sin cuidar la visibilidad del producto.

¿Cómo se soluciona?

Analiza el recorrido del cliente y organiza el lineal con base en esa lógica: desayunos, comidas, cenas, limpieza, mascotas…

Apuesta por el cross selling (poner productos relacionados cerca: café + galletas, pasta + salsa).

Asegúrate de que los productos más rentables están a la altura de los ojos.

Revisa y ajusta los planogramas al menos una vez al mes.

02. No escuchar las quejas de los clientes

A menudo se piensa que los clientes que se quejan son un incordio, pero en realidad, son una oportunidad. Si alguien se toma la molestia de decirte qué no le ha gustado, está dándote una herramienta para mejorar.

Ignorar o minimizar las quejas es un error grave que es fácil que afecte a tu reputación y a la fidelización.

¿Cómo se manifiesta?

No tener un canal claro de comunicación con los clientes.

No responder a los comentarios negativos en redes sociales o Google.

Hacer oídos sordos a las sugerencias que deja la gente en caja.

¿Cómo se soluciona?

Crea canales de comunicación accesibles: un buzón de sugerencias físico o digital, perfiles activos en redes sociales, un correo directo…

Agradece las críticas, incluso las negativas. Responder con empatía genera confianza.

Forma a tu personal para que escuche activamente y no se ponga a la defensiva.

Haz cambios visibles basados en esas sugerencias (y cuéntaselo al cliente: “Ahora abrimos a las 8 gracias a vuestras opiniones”, o algo de este estilo).

03. No controlar bien el stock

Otro error bastante común.

O bien se acumulan productos que no se venden y acaban caducando, o bien faltan básicos que los clientes vienen a buscar. Sea la situación que sea, es peligrosa: una por la pérdida económica directa, y la otra por perder ventas y confianza.

¿Cómo se manifiesta?

Comprar de más por miedo a quedarse sin stock.

No revisar fechas de caducidad ni rotación de productos.

No usar herramientas digitales de control de inventario.

¿Cómo se soluciona?

Lleva un control semanal del stock con herramientas digitales (hay muchas opciones asequibles, según su situación y tus necesidades).

Analiza las ventas para prever la demanda según la temporada o promociones.

Aplica el método FIFO (lo primero en entrar, lo primero en salir) para evitar que se queden productos antiguos al fondo.

Revisa y adapta tus pedidos a la realidad de tu tienda, no compres por intuición.

04. Descuidar la formación del personal

Tu equipo es la cara del supermercado. 

Todos y cada uno de ellos son quienes atienden, reponen, cobran y solucionan problemas. Si no están bien formados o motivados, el servicio se resiente, y eso lo nota el cliente. No invertir en el equipo es un error a medio y largo plazo.

¿Cómo se manifiesta?

No dar formación continua (ni inicial).
Tener una alta rotación de personal sin tiempo para adaptarse.
No explicar bien la filosofía o valores del supermercado.


¿Cómo se soluciona?

Ofrece formaciones breves pero útiles: atención al cliente, colocación de productos, seguridad alimentaria…

Da feedback positivo y constructivo de forma regular.

Crea un ambiente de trabajo agradable: turnos justos, descanso, escucha activa.

Comparte con ellos los objetivos del negocio: que sientan que forman parte de algo más grande.

05. No aprovechar el poder del marketing local

En un sector tan competitivo como este, no basta con abrir las puertas y esperar que la gente entre. Si no trabajas la visibilidad de tu tienda a nivel local, pierdes un montón de oportunidades que aprovecha tu competencia.

Muchos supermercados no tienen ni una cuenta de Instagram activa ni campañas puntuales en su barrio, si la competencia cuenta con ellas, es buena idea valorar la posibilidad de crearlas porque te cierras a muchos clientes que acuden a ellas.

¿Cómo se manifiesta?

No tener redes sociales o tenerlas abandonadas, que es peor.

No hacer promociones especiales, sorteos o eventos.

No colaborar con otras tiendas o negocios de la zona.

¿Cómo se soluciona?

Activa tus redes sociales y comparte contenido útil: recetas, ofertas, productos nuevos, ideas de menú…

Organiza campañas para fechas clave: vuelta al cole, Navidad, verano.

Haz sorteos entre tus clientes o colabora con negocios del barrio para crear sinergias.

Participa en eventos locales y muestra el lado humano de tu supermercado.

Gestionar un supermercado implica muchos frentes, pero evitar estos cinco errores es un paso para destacar.

Cada pequeño ajuste suma. Y en un mercado tan competitivo, los detalles importan. Recuerda que un supermercado no solo vende productos: también vende confianza, cercanía y experiencia.

Aprovecha el tirón de las mascotas en tu supermercado

Las mascotas se han convertido en parte de la familia. En muchas casas, ya no hay solo un perro o un gato, sino varios animales que comparten la rutina del día a día con sus dueños. Y esto influye directamente en sus decisiones de compra.

Cada vez más marcas y sectores están adaptando sus productos y servicios pensando en quienes conviven con animales. Desde restaurantes que ofrecen snacks para perros hasta cines que habilitan sesiones especiales para acudir con ellos. 

El objetivo es claro: ganarse a un tipo de cliente muy fiel, que valora a los negocios que se preocupan por sus mascotas.

Un perfil de cliente que no para de crecer

En el caso de los supermercados, aunque existen limitaciones claras (por higiene, no se permite la entrada de animales), hay muchas formas de conectar con este perfil de consumidor desde otras vías y que es interesante que aproveches.

Según los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) y asociaciones del sector, en España hay más hogares con animales que con niños. Solo en perros, se estima que hay más de 9,5 millones. A esto se suma la presencia de gatos, aves, roedores, peces y otros animales que también requieren cuidados y productos específicos.

Para los dueños, sus animales son una prioridad. 

Quieren lo mejor para ellos, buscan productos de calidad, se informan, comparan, y muchas veces eligen su lugar de compra habitual en función de cómo se atienden las necesidades de sus mascotas.

Si adaptas tu supermercado a este perfil, estarás ante una oportunidad de fidelización muy potente.

Ideas para conectar con los dueños de mascotas desde tu tienda

Aunque no puedas permitir que los animales entren en el local, sí puedes hacer que sus dueños se sientan escuchados, atendidos y comprendidos. Aquí tienes algunas formas de lograrlo:

Alimentación de calidad y actualizada

Buscan productos que garanticen salud, bienestar y variedad. Las opciones naturales, con ingredientes funcionales específicos para diferentes etapas o razas, tienen cada vez más peso.

Dedicar una zona específica a alimentación de alta calidad para animales es una opción muy interesante, siempre que la mantengas actualizada con novedades, lanzamientos o productos recomendados por profesionales.

Accesorios y complementos

Una pequeña sección con collares, correas, comederos, juguetes o productos de cuidado básico es muy rentable. Muchos de estos artículos se reponen con frecuencia, y pueden suponer una venta por impulso si están bien ubicados.

También es muy atractivo para este tipo de clientes contar con productos más innovadores o de temporada, como ropa, artículos de viaje o kits especiales, por ejemplo, para el verano o la Navidad.

Ofertas y sistema de puntos

Otra forma de fidelizar a este tipo de cliente es lanzar promociones específicas, como, por ejemplo, descuentos por la compra combinada de varios productos, regalos por acumulación de puntos solo en artículos para animales o también muestras gratuitas de productos nuevos que quieres dar a conocer.

Este tipo de iniciativas refuerza el vínculo con el cliente y le anima a seguir comprando contigo, porque sabe que también “su mejor amigo” tiene todo lo que necesita en tu establecimiento.

3 acciones para mejorar tu imagen ante quienes aman a los animales

No todo es vender. 

También puedes posicionarte como un supermercado que se preocupa y colabora con el bienestar animal, incluso sin tener mucho espacio disponible.

01.-Difunde eventos y actividades relacionadas

Crea un pequeño rincón en tu tienda (o en tu web) donde dar a conocer actividades como carreras populares con animales, ferias de adopción, nuevos parques caninos por el barrio, …,  con muy poco esfuerzo, puedes convertirte en un punto de información útil para tus vecinos dueños de mascotas.

También puedes colocar carteles temporales o pequeños anuncios en la entrada o zona de cajas de estas acciones, para que, aunque no tengan mascotas, el resto de clientes vea tu implicación con ellas.

 Dar visibilidad a estos eventos te acerca a la comunidad y te coloca en un buen lugar como un espacio comprometido.

02.-Colabora con profesionales del barrio

Pon un tablón donde paseadores de perros, peluqueros caninos, educadores o cuidadores puedan dejar su tarjeta o anunciar sus servicios. 

Es una forma de crear red en el barrio y dar valor añadido a tus clientes, que agradecerán encontrar ese tipo de información fácilmente. Incluso, si tienes espacio y oportunidad, puedes organizar alguna actividad puntual, como un encuentro con adiestradores o charlas sobre primeros auxilios para mascotas.

03.-Informa con charlas o talleres

Si tienes acceso a una pequeña sala, o simplemente puedes colaborar con un parque cercano, puedes organizar sesiones informativas con profesionales del mundo animal. Temas como nutrición, vacunas, cuidados básicos o comportamiento suelen interesar mucho a los dueños.

La alternativa a no tener espacio para realizar estas acciones es organizarlas en formato online, a través de tus redes sociales o colaborando con asociaciones.

¿No tienes espacio? Colabora con protectoras

No es necesario, hay otras maneras en las que puedes mostrar tu interés y es ayudando a quienes más lo necesitan con un compromiso con el bienestar animal que no requiera de secciones o espacio en el interior de tu supermercado:

  • Promueve la adopción con carteles o redes sociales.
  • Organiza campañas de recogida entre tus clientes.
  • Dona alimentos o materiales a protectoras locales.
  • Colabora en eventos solidarios.

Este tipo de acciones genera una conexión emocional con tus clientes y fortalece tu imagen como empresa comprometida.

Se trata, en definitiva, de atraer a un perfil de cliente fiel y en crecimiento.

Adaptar tu supermercado a las necesidades de quienes conviven con animales no solo es rentable, también es una forma de diferenciarte. Este tipo de cliente valora mucho los detalles, la calidad y el trato cercano. Y si se siente entendido, vuelve.

¿Tu supermercado está preparado para el cliente vegano?

Los hábitos de consumo han cambiado, y lo están haciendo rápido. Cada vez más personas en España optan por una alimentación más vegetal, más ética y más sostenible.Una oportunidad que no puedes dejar pasar.

Más del 7,8% de los españoles mayores de 18 años se consideran vegetarianos y un 6,3% se identifica como flexitariano, es decir, que siguen una dieta mayoritariamente vegetal pero sin renunciar del todo a los productos de origen animal. Estos datos reflejan una tendencia creciente que no solo afecta lo que comemos, sino también cómo compramos.

¿Por qué prestar atención al cliente vegano?

La respuesta es sencilla: es un público que crece, que consume de forma consciente y que busca supermercados donde se sientan bien atendidos. El mercado vegano en Europa no para de crecer, y en España ya mueve unos 5.000 millones de euros al año

Si la tendencia sigue como hasta ahora, en apenas unos años podría superar los 36.000 millones en todo el continente.

Pero esto no va solo de números. Va de entender que cada vez más clientes buscan alternativas vegetales, ecológicas y sostenibles, y que quieren encontrarlas fácilmente en su supermercado habitual. Ofrecerles una buena experiencia de compra no solo es una forma de fidelizarles, también es una forma de diferenciarte de tu competencia.

¿Qué busca un cliente vegano en el supermercado?

Lo que no busca es únicamente tofu o hamburguesas vegetales. Detrás de su decisión de compra hay una filosofía de vida que rechaza la explotación animal en todas sus formas. Esto significa que no consume carne, pescado, huevos, lácteos, miel… y que además valora productos que sean respetuosos con el medio ambiente y libres de crueldad animal, también en cosmética, productos de limpieza o incluso en el embalaje.

Entender esto es clave para ofrecer un servicio adecuado. Porque no se trata solo de vender productos veganos, sino de crear una experiencia de compra alineada con sus valores.

5 claves para adaptar tu supermercado a la tendencia vegana

Como decimos, cada vez son más las personas que apuestan por una alimentación 100% vegetal, y esperan encontrar en su supermercado opciones que se alineen con su estilo de vida. El cliente vegano valora mucho la señalización clara, la variedad, la información sobre ingredientes y un entorno respetuoso con sus valores.

 Adaptarse a esta tendencia te abre la puerta a un público fiel y creciente. Aquí van 5 claves para conseguirlo:

01. Amplía la oferta de productos 100% vegetales

Puede parecer obvio, pero aún hay supermercados que apenas tienen opciones veganas reales. Y no, no nos referimos solo a verduras y frutas. Hablamos de alimentos preparados, snacks, postres, proteínas vegetales, bebidas vegetales (de soja, avena, almendra…), alternativas al queso, embutidos vegetales, productos de panadería sin leche ni huevo, etc.

También es importante que estos productos estén bien identificados. Los clientes veganos agradecen que se indiquen claramente cuáles son aptos para su estilo de vida, sin tener que leerse toda la etiqueta.

Crea una sección específica de productos veganos o destaca estos artículos con señalética clara. Esto facilita la compra, mejora la experiencia y da visibilidad al compromiso de tu supermercado con este perfil de cliente.

02. Cuida la señalización y la organización

Una de las cosas que más cuesta a un cliente vegano es encontrar rápidamente qué puede y qué no puede consumir. A menudo, los productos veganos están dispersos por todo el supermercado, mezclados con otros que contienen ingredientes de origen animal.

Agrupar los productos veganos en una sección específica, o señalarlos claramente en los lineales, no solo mejora la experiencia de compra, también ahorra tiempo y transmite una imagen moderna, consciente y actualizada.

Considera añadir etiquetas tipo “Vegano”, “Sin ingredientes de origen animal” o “Apto para veganos” tanto en estanterías como en carteles. Incluso puedes acompañarlas con iconos fácilmente reconocibles.

Ten por seguro que te lo van a agradecer

03. Forma a tu equipo

Muchos compradores veganos tienen dudas cuando ven productos nuevos, y agradecen contar con un personal que pueda orientarlos. 

 ¿Cuál es la mejor alternativa vegetal para cocinar?

¿Este embutido vegetal contiene leche? 

¿Esta galleta lleva huevo?

 Son preguntas frecuentes que el personal debería saber responder. Formar al equipo de tienda en los conceptos básicos del veganismo y en los productos específicos que ofreces es una gran inversión. Mejora el servicio al cliente y da seguridad a los compradores.

Además, cuando un cliente percibe que el personal está informado y muestra interés, es más probable que vuelva.

04. Escucha y adapta tu surtido

El perfil de cliente vegano es exigente, está informado y le gusta sentirse escuchado. Pregunta qué productos echan en falta, qué marcas les gustaría ver en tus estanterías, y qué mejorarían en la organización del espacio.

Puedes hacerlo a través de redes sociales, encuestas breves en tienda o hablando directamente con ellos. Recoger sus opiniones y actuar en consecuencia es una forma efectiva de demostrarles que te importan.

05. Apuesta por productos veganos más allá de la alimentación

El veganismo va más allá de la comida. Muchos clientes veganos también buscan productos de higiene personal, cosmética, limpieza del hogar y otros artículos sin ingredientes de origen animal ni testados en animales.

Puedes incluir en tu oferta champús veganos, geles de ducha, cremas, detergentes y otros productos certificados como veganos o cruelty-free. De nuevo, señalízalos bien y ofrece variedad.

Esto puede abrir nuevas vías de negocio y atraer a consumidores que, sin ser 100% veganos, buscan opciones más éticas o respetuosas.

Beneficios de ser un supermercado vegan-friendly

Adaptarse a las necesidades del cliente vegano no solo es un gesto hacia un grupo específico: es una estrategia inteligente para el crecimiento de tu negocio. Te lo resumimos:

Fidelización de clientes conscientes, que valoran mucho una buena experiencia de compra.

Diferenciación frente a la competencia, al posicionarte como un supermercado moderno y comprometido.

Incremento en las ventas, ya que estos clientes suelen gastar más en productos especializados y están dispuestos a pagar un poco más si el producto lo merece.

Posicionamiento positivo de marca, asociado a valores como sostenibilidad, salud, innovación y respeto por los animales.

El cliente vegano ya no es una minoría extraña ni un nicho marginal. Es una realidad cada vez más presente en nuestro país y en todo el mundo, y los supermercados que sepan adaptarse a sus necesidades tienen mucho que ganar.