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Gestión de personal: cómo mantener un equipo estable y motivado

En un escenario donde la rotación laboral se ha convertido en uno de los mayores retos, este ir y venir continuo de personal no es demasiado favorable. 

Los cambios en las expectativas de los trabajadores y la dificultad para encontrar personal cualificado están obligando a los empresarios a replantear sus estrategias de gestión de equipos. Mantener un equipo estable y motivado no solo mejora la productividad, sino que repercute directamente en la experiencia del cliente, en la eficiencia operativa y en la rentabilidad. 

¿Por qué esta rotación de personal tan alta en los supermercados?

Porque se enfrentan a un contexto particular: la mayoría de los puestos son operativos, requieren horarios flexibles y muchas veces implican trabajo físico o atención continua al cliente.

Todo esto, sumado a la presión de los costes laborales, deriva en la situación que se vive de una rotación demasiado alta. Entre las principales causas destacamos:

Falta de oportunidades de crecimiento: muchos empleados perciben estos puestos como temporales o sin recorrido profesional, lo que no les anima a continuar mucho tiempo.

Turnos cambiantes y poca conciliación: la rotación de horarios y la falta de previsibilidad dificultan la vida personal, y hacen que estén pensando en cambiar en cuanto aparece otra cosa.

Clima laboral tenso: las prisas, el trato con el público y la carga de trabajo generan un estrés elevado.

Retribuciones ajustadas: a menudo tienen la percepción de que el esfuerzo no siempre se compensa como debería.

Escasa comunicación interna: cuando no se sienten escuchados, pierden compromiso y se desmotivan.

Conocer bien estas causas es el primer paso para actuar sobre ellas de forma realista.

La importancia de la estabilidad de personal en un supermercado

Cada vez que un empleado se marcha, se pierde algo más que tiempo. Requiere inversión en selección, formación y adaptación del nuevo trabajador, además de una caída temporal de productividad y una posible pérdida de calidad en el servicio al cliente.

Por el contrario, un equipo estable:

  • Aporta experiencia, date cuenta de que quien conoce bien los procesos reduce errores y mejora la atención.
  • Genera confianza al cliente que reconoce caras familiares y se refuerza el vínculo con la tienda.
  • Mejora la eficiencia en procesos al fluir mejor cuando hay conocimiento acumulado con la experiencia.
  • Por último, transmite una identidad coherente y valores claros.

Estrategias para reducir la rotación y retener talento

No existe una fórmula única, pero sí hay un conjunto de acciones que, bien combinadas, ayudan a conseguirlo.

Selección más estratégica

Una parte de la rotación se debe a contrataciones poco alineadas con la realidad del puesto. Es clave describir con claridad las funciones y exigencias antes de contratar. También se debe hacer hincapié no solo en habilidades técnicas, sino en actitud, compromiso y afinidad con tu estilo de negocio.

Seleccionar mejor evita frustraciones a poco de empezar, tanto en el trabajador como en el empleador.

Formación desde el primer día

El proceso de incorporación es determinante. 

Un buen plan de acogida mejora la integración y transmite desde el principio la cultura del negocio. Para eso explica normas, valores y expectativas a cada nuevo empleado, además de acompañarle durante las primeras semanas con un compañero experimentado.

Es importante no olvidar la formación continua en manipulación de alimentos, atención al cliente, gestión de caja o merchandising. Cuando siente que aprende, ve su trabajo más valioso.

Comunicación interna y escucha activa

Muchos conflictos o abandonos se evitan con una comunicación fluida. Escuchar de verdad al equipo no es solo preguntar, sino actuar.

Es interesante realizar reuniones breves y periódicas en las que compartir información y recoger sugerencias, que sean un espacio donde el personal pueda expresar ideas o quejas sin miedo.

Un empleado que se siente escuchado se compromete más.

Flexibilidad y conciliación

No siempre es posible modificar horarios drásticamente, pero sí aplicar medidas que den más control al trabajador sobre su tiempo. Unas ideas serían:

  • Planificación de turnos con antelación.
  • Rotaciones por igual de fines de semana y festivos.
  • Permitir intercambios de turno con cierta autonomía, dentro de la importancia de mantener los puestos cubiertos.

La sensación de equilibrio entre trabajo y vida personal es uno de los factores que más reduce la decisión de cambiar de trabajo.

Reconocimiento y motivación diaria

El reconocimiento no tiene por qué ser económico. De hecho, muchas veces el agradecimiento o la valoración pública tienen un efecto más duradero. Basta con darse cuenta de los logros (individuales y colectivos) y felicitar por ellos.

Puedes crear unos pequeños incentivos: empleado del mes, premios por asistencia o atención destacada, que serán muy bien valorados entre tu equipo, junto a muestras de confianza, dando más responsabilidad y autonomía en ciertas tareas a los empleados que destaquen.

El papel del gerente para evitar abandonos

El tono de un equipo lo marca su líder. 

En los supermercados, donde el contacto diario es constante, la manera de redirigir influye de forma directa en la motivación y la permanencia del personal.

Hay que ver qué es lo que hace que, para que un líder sea un buen líder:

Conoce a su equipo y sus circunstancias.

Sabe comunicar con claridad y empatía.

Da ejemplo en esfuerzo, puntualidad y trato.

Fomenta la cooperación y evita favoritismos.

Transmite visión: ¿por qué hacemos lo que hacemos?

Un ambiente de trabajo basado en el respeto, la igualdad y la comunicación deriva en lealtad, incluso en entornos laborales tan exigentes como este.

La gestión de personal en los supermercados ya no puede basarse solo en cubrir vacantes. Se trata de construir una propuesta de valor laboral atractiva donde las personas quieran quedarse porque se sienten respetadas, formadas y escuchadas.

Las empresas que comprendan esto son las que logran estabilidad, calidad de servicio y rentabilidad en un mercado donde los productos se parecen cada vez más y la diferencia está en quién los vende… y quién está detrás de cada mostrador.

¿Cómo será el supermercado eficiente en 2030?

La eficiencia energética en supermercados suele abordarse como una cuestión puramente técnica: cambiar bombillas, ajustar la climatización o invertir en equipos más modernos. 

Sin embargo, hoy ya no basta con aplicar medidas puntuales. La gestión inteligente de la energía se ha convertido en un factor estratégico que afecta a la rentabilidad, la reputación y la capacidad de adaptación al futuro de cualquier supermercado.

Debemos considerar la eficiencia energética como una oportunidad de negocio que merece la pena integrar, con el ojo puesto en 2030.

El nuevo contexto energético: los supermercados en el punto de mira

Los supermercados son espacios de alto consumo energético continuo. La iluminación debe funcionar prácticamente todo el día, la refrigeración y la climatización no se pueden detener, y a ello se suman hornos, cafeterías o puntos de cocinado en los formatos más modernos.

Algunos datos que te pueden dar una idea son:

La refrigeración representa entre el 40% y el 60% del consumo energético total.

La iluminación supone entre el 15% y el 25%.

La climatización ronda el 10%-15%.

En un contexto de los precios de la energía, esto supone una amenaza para la rentabilidad. Pero al mismo tiempo, una oportunidad, porque los clientes valoran cada vez más la responsabilidad ambiental de las marcas. Sin olvidar que las políticas europeas están impulsando la transición hacia un modelo más sostenible.

Nuevas vías para ahorrar energía

Solemos pensar en las medidas más conocidas: cambiar bombillas por LED, ajustar termostatos o apagar equipos que no s eestén utilizando. Pero la innovación en este campo va mucho más allá. Hoy existen soluciones que permiten convertir el supermercado en un espacio generador de energía, más autónomo y resiliente, además de alinearlo con las expectativas de los consumidores y las exigencias normativas.

Generación renovable in situ

Cada vez más establecimientos instalan placas solares fotovoltaicas en sus cubiertas. El ahorro puede llegar al 30%-40% del consumo eléctrico, y en muchos casos se complementa con sistemas de almacenamiento en baterías que garantizan autonomía y estabilidad.

Además, algunos grupos están explorando acuerdos de comunidades energéticas locales, compartiendo excedentes con otros negocios o vecinos. Esto genera un vínculo positivo con la comunidad.

Recuperación de calor

Un supermercado genera grandes cantidades de calor residual, especialmente en la zona de refrigeración, que puede recuperarse y reutilizarse para calentar agua o climatizar otras áreas.

Así se reduce el consumo de calefacción hasta en un 25%.

Inteligencia artificial y big data

La digitalización permite monitorizar en tiempo real el consumo energético. Pero el siguiente paso es usar algoritmos de IA que anticipen patrones de demanda, ajusten la temperatura automáticamente o detecten anomalías antes de que se conviertan en averías.

Te ponemos un ejemplo: un sistema que aprenda el flujo de clientes y adapte la iluminación y climatización a las horas de mayor o menor afluencia.

Diseño arquitectónico sostenible

La eficiencia no depende solo de la tecnología. El diseño del espacio también juega un papel clave, con la arquitectura bioclimática.

Aquí se vuelve fundamental el uso de materiales aislantes, los cristales de fachada de cristales de baja emisividad y una distribución de las secciones que optimice la refrigeración y el ir y venir de clientes.

Mirando hacia 2030: tendencias que marcarán el camino

La eficiencia energética no es solo un reto hoy, también es una carrera hacia mañana. En un horizonte como 2030, marcado por los objetivos de descarbonización y la presión regulatoria europea, los supermercados no podrán limitarse a “ser más eficientes”: tendrán que transformarse en espacios inteligentes, autónomos y conectados con la comunidad.

Estas son algunas de las tendencias que ya se perfilan y que redefinirán cómo se concibe un supermercado sostenible en la próxima década:

Hiperautomatización y gemelos digitales

Además de integrar todos los sistemas bajo un mismo software, surgirán los llamados gemelos digitales: réplicas virtuales del supermercado que permiten simular escenarios energéticos, anticipar consumos y planificar mantenimientos con precisión.

Supermercados nZEB y positivos en energía

Los edificios de consumo casi nulo darán paso a supermercados que generan más energía de la que consumen, gracias a la combinación de fotovoltaica, baterías y microeólica. El excedente se podrá volcar en la red o utilizar para recargar vehículos eléctricos de clientes y proveedores.

IA predictiva y adaptación dinámica

Los algoritmos evolucionarán hacia sistemas capaces de anticipar patrones de comportamiento de clientes: si hace calor y se espera más afluencia a la sección de bebidas frías, el sistema lo sabrá antes de que ocurra y ajustará la refrigeración.

Movilidad eléctrica integrada

Los supermercados no serán solo puntos de compra, sino centros de recarga para vehículos eléctricos. Esto los convertirá en referentes de sostenibilidad y atraerá clientes por conveniencia.

Certificaciones “climate positive”

No bastará con ser neutro en carbono, las grandes cadenas buscarán certificaciones que demuestren que aportan más al medio ambiente de lo que consumen, como plantar bosques o financiar proyectos de compensación en la comunidad.

Diseño experiencial y sostenible

La sostenibilidad será visible en la propia experiencia de compra: techos verdes, espacios con ventilación natural, señalización que muestre el ahorro energético en tiempo real… El cliente vivirá la sostenibilidad como parte de la experiencia de marca.

La eficiencia energética ya no es un proyecto aislado. En un sector donde los márgenes son ajustados y la competencia feroz, cada kilovatio cuenta, y aquellos establecimientos que conviertan la energía en una parte del negocio a tener muy en cuenta, y no en un lastre, estarán mejor posicionados para liderar el mercado en los próximos años.

Tendencias de alimentación que hay que tener en cuenta

El sector de la alimentación cambia a gran velocidad. Lo que antes parecía una moda pasajera hoy se convierte en una categoría establecida dentro de los lineales. 

Hablamos de todos esos nuevos productos, nuevas formas de consumo y nuevas necesidades de los clientes que obligan a los supermercados a adaptarse si quieren seguir siendo relevantes y destacar.

Repasemos las más destacadas en alimentación y veamos cómo aplicarlas en tu supermercado para atraer y fidelizar clientes.

La importancia de adaptarse a las nuevas tendencias

No todas las tendencias de alimentación terminan consolidándose, pero cuando una gana espacio en los hábitos de los consumidores, ignorarla es un error enorme que deriva en pérdidas económicas y de clientes.

Adaptarse a los cambios es simplemente observar qué demanda tu clientela, probar con pequeñas incorporaciones (esas que ves que más destacan), analizar los resultados y valorar si en tu caso es conveniente mantenerlas.

Por qué merece la pena adaptarse

Adaptarte a las tendencias es una manera de asegurar el futuro de tu negocio, sin perder de vista a tu clientela habitual, por otro lado:

Aumenta la competitividad: ofrecer productos que otros supermercados del barrio todavía no tienen es una ventaja que te coloca un paso por delante de tu competencia más directa.

Fideliza a nuevos perfiles de cliente: especialmente jóvenes que buscan novedades alineadas con su estilo de vida y llegan con unas costumbres a las que debes adaptarte para mantenerlos cerca.

Refuerza la imagen de tu negocio: mostrar que estás al día, que te adaptas a todo eso que aparece, transmite profesionalidad y confianza.

Tendencias 2026: hacia dónde va la alimentación

Los expertos señalan algunas direcciones claras en el consumo de los próximos años. Aunque no todas están plenamente asentadas en 2025, conviene conocerlas para anticiparte a 2026. 

  • Mayor peso de lo vegetal: No solo se trata de disminuir el consumo de proteínas de origen animal, sino también de ofrecer snacks, lácteos y platos preparados con este tipo de proteínas.
  • Comida personalizada: Los clientes que tienes ahora ya lo hacen, solamente que seguirán buscando opciones que respondan a necesidades concretas (sin gluten, alta en fibra, con probióticos). No debes olvidarlo.
  • Packaging inteligente: Importante: envases que informen sobre la frescura o indiquen la trazabilidad del producto. Además de que estén hechos con materiales que dañen lo menos posible al medioambiente.
  • Digitalización del punto de venta: Desde cajas de autoservicio más ágiles hasta apps que recomiendan recetas con lo que compras. Cada establecimiento debe tener en cuenta los recursos que tiene y aprovechar cualquiera de ellas.
  • Consumo consciente: Este punto ya es uno de los más tenidos en cuenta en 2025. Valorar más la sostenibilidad, el comercio justo y la reducción de desperdicio. Seguramente ya te has adaptado a todo esto, solo se trata de continuar.

Para un propietario de supermercado, estar atento a estas tendencias es clave. No necesitas adoptarlas todas de golpe, como decimos, pero sí identificar cuáles pueden tener mejor encaje con tu clientela y tu capacidad de gestión.

El realfooding: una moda que se quedará

El término realfooding se ha hecho muy popular en los últimos años, sobre todo gracias a las redes sociales. Su filosofía es sencilla: comer productos lo más naturales posible, evitando los ultraprocesados y apostando por ingredientes frescos y reconocibles.

Para un supermercado, implica que los clientes no solo buscan manzanas o tomates, sino que esperan que los productos envasados también sean “limpios”: con pocos ingredientes, sin aditivos innecesarios y con etiquetas transparentes.

Para adaptarte:

  • Da más visibilidad a los productos frescos en la entrada de la tienda.
  • Incluye en los lineales opciones de snacks saludables, con etiquetas claras.
  • Señala con cartelería sencilla los productos sin azúcares añadidos, sin conservantes o con ingredientes 100 % naturales.

Proteínas vegetales: el crecimiento de “lo verde”

Su consumo ya no es exclusivo de vegetarianos o veganos. Cada vez más personas incluyen en su dieta alternativas a la carne, ya sea por motivos de salud, sostenibilidad o simple curiosidad.

Hoy en día no hablamos solo de tofu o seitán, sino también de hamburguesas vegetales, nuggets, embutidos sin carne y bebidas proteicas a base de guisante, soja o avena. La innovación en este segmento de la alimentación es constante, y los clientes lo saben.

Una oportunidad para tu negocio, sin duda, por lo que es bueno tenerla como objetivo:

  • Amplía la oferta de alternativas vegetales más allá de la clásica “sección vegana”.
  • Integra estos productos junto a sus equivalentes tradicionales.
  • Comunica con claridad que son opciones para todos, no solo para un público especializado.

Lo local y artesanal en auge

Los consumidores valoran cada vez más el origen de los productos. Quieren saber de dónde vienen los alimentos, quién los produce y bajo qué condiciones.

Ofrecer esa información es un enorme beneficio para tu local que te diferencia frente a grandes cadenas que trabajan con distribuidores globales. No solo eso, sino que te ofrece una mayor conexión emocional con los clientes, que te perciben como parte de la comunidad.

Y, por último, te da la oportunidad de contar historias: detrás de cada producto local hay un productor, una tradición o una forma de trabajar que seguro merece 

Alimentos funcionales y saludables

No se trata solo de comer, sino de mejorar la salud con la alimentación. Los alimentos funcionales (aquellos enriquecidos con vitaminas, probióticos, minerales o proteínas) están en pleno crecimiento.

Ejemplos que conoces son los yogures con probióticos, las bebidas enriquecidas con calcio o las barritas energéticas con vitaminas añadidas. De ellos, es importante que tengas en cuenta que suelen atraer a un público dispuesto a pagar más por el beneficio extra. 

Otro aspecto fundamental es colocarlos en zonas destacadas y acompañarlos de información clara y sencilla. Ten en cuenta que no sustituyen a los frescos, sino que los complementan, y eso el cliente lo debe tener claro.

Sostenibilidad: el camino del envase al producto

La preocupación por el medioambiente influye en las decisiones de compra cada vez más.

La mayoría de consumidores valoran los envases reciclables, las opciones a granel y los productos con certificaciones sostenibles. A esta demanda es importante que respondas:

  • Valora las secciones en las que pueden ser más destacables y amplía con más productos a granel o con envases compostables.
  • Señala con claridad aquellos artículos que tengan certificaciones ecológicas o de comercio justo; es una información que tu cliente agradece conocer.
  • Ofrece alternativas en la línea de cajas con bolsas reutilizables, recipientes de papel o de tela…

Las tendencias en alimentación muestran un cambio claro en los hábitos de consumo y es un reto no quedarse atrás, tanto para continuar en el punto de mira de tus clientes como para atraer a otros que hasta ahora no te habían tenido en cuenta y es el momento de que lo hagan.