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Redes sociales para supermercados: el  contenido que funciona 

En un mundo donde todo pasa por una pantalla, los supermercados no pueden ser menos y deben estar presentes en redes sociales. No importa si tu tienda es pequeña, de barrio, o si tienes varios establecimientos: estar en redes es hoy una forma eficaz (y bastante económica) de conectar con tus clientes, diferenciarte de la competencia y vender más.

Ahora bien, estar por estar no vale. 

Hay que saber qué tipo de contenido funciona y cómo adaptarlo a lo que busca tu público es justo lo fundamental para aprovechar esa herramienta que puede ayudarte mucho a fidelizar y atraer nuevos clientes.

¿Por qué debe estar tu supermercado en redes sociales?

Aunque creas que tus clientes ya te conocen o que no tienes tiempo para llevar una cuenta, las redes pueden ayudarte mucho más de lo que imaginas:

Visibilidad local: Cuando alguien busca un supermercado en su zona, una cuenta activa puede ser lo que haga que te conozcan antes que al resto.

Fidelización: Estar presente en el día a día de tus clientes crea cercanía y confianza, siempre vas a ser tú a quien van a acudir a la hora de realizar su compra.

Diferenciación: La mejor oportunidad de mostrar lo que te hace único frente a los grandes supermercados, además de hacer ver que te adaptas a las nuevas tecnologías.

Promociones inmediatas: Si hoy tienes oferta en melocotones, lo puedes anunciar al momento y que se enteren al instante. Otra manera de conseguir ventas inmediatas de eso que te interesa que se consuma o se consuma si es novedad.
 

Antes de empezar: elige bien tu red (o redes)

No hace falta estar en todas partes; de hecho, estarlo tampoco es bueno.

Es mejor tener una sola red bien cuidada que cinco abandonadas. Para elegir, solo tienes que pensar en tu tipo de cliente:

Facebook: ideal para público más adulto, familias, gente del barrio.

Instagram: funciona genial con fotos atractivas, stories rápidas y para conectar con un público algo más joven.

TikTok: si te animas con vídeos divertidos o curiosos, puede ayudarte a llegar a más gente de forma natural y gratuita.

WhatsApp Business: no es una red social, pero es muy útil para comunicar ofertas, recibir encargos o crear listas de difusión.

Qué tipo de contenido funciona en redes sociales para supermercados

Cuando hablamos de qué publicar en las redes de un supermercado, la clave está, como decimos, en pensar en tu cliente: ¿qué necesita?, ¿qué le interesa?, ¿qué lo hace volver a tu tienda o recomendarla?

En este tipo de negocio, lo más eficaz es mezclar contenido informativo, promocional y cercano. Es decir, no solo mostrar productos u ofertas, sino también generar comunidad, confianza y valor. 

Veamos ejemplos de los tipos de contenido que mejor funcionan y por qué:

Productos frescos y de temporada

Las personas compran con los ojos. Ver productos frescos, de buena calidad, con buen aspecto y recién llegados a la tienda crea deseo inmediato. Además, este tipo de contenido transmite transparencia y confianza, porque muestra lo que realmente tienes en el día a día.

  • Usa luz natural o buena iluminación para que se vea apetecible.
  • Muestra los productos en su entorno: en la caja, en la estantería, en la frutería…
  • Añade una breve descripción: de dónde viene, si es local, si está en su mejor momento…
  • Publica justo cuando el producto llega a tienda para que la publicación tenga efecto inmediato.

Ofertas y promociones

A nadie le pasa desapercibido un buen precio. 

Mostrar ofertas bien presentadas en redes sociales puede ser muy eficaz para atraer visitas rápidas, sobre todo si se trata de promociones con límite de tiempo o productos muy demandados.

  • Usa diseños sencillos pero claros: una foto del producto, el precio destacado y la duración de la oferta.
  • Publica a primera hora del día o justo antes de abrir la tienda.
  • Añade urgencia con frases tipo “solo hoy” o “hasta agotar existencias”.
  • Si puedes, acompaña con un breve vídeo o story mostrando el producto y comentando por qué está en oferta.

Recetas sencillas y consejos de cocina

Este tipo de contenido conecta muy bien porque ofrece una solución concreta a una necesidad diaria: ¿qué como hoy? 

Además, permite enseñar el uso de productos que vendes, fomentar la compra por impulso y posicionarte como un comercio que aporta valor, no solo vende.

  • Elige recetas fáciles y rápidas, que no necesiten ingredientes raros.
  • Prioriza recetas de temporada o típicas de fechas concretas (verano, Navidad…).
  • Si haces vídeo, mantén un ritmo ágil y claro, si es una foto, añade una breve explicación del paso a paso.
  • Siempre que puedas, etiqueta los productos que vendes o indica que se pueden encontrar en tu tienda.

El día a día del supermercado

Mostrar el “detrás de cámaras” humaniza tu negocio y crea vínculo.

 Enseñar quién trabaja en tu tienda, cómo se preparan los pedidos o cómo se organiza el producto transmite cercanía, compromiso y autenticidad. Es el tipo de 

  • Usa un tono cercano, como si hablaras con los vecinos del barrio.
  • Muestra al personal con su consentimiento y destaca su experiencia o amabilidad.
  • Comparte momentos cotidianos, pero también curiosidades, anécdotas o situaciones divertidas (sin caer en lo forzado).
  • Este tipo de publicaciones funciona muy bien en stories, donde puedes ser más informal y directo.

Participación en eventos o iniciativas locales

Tu supermercado forma parte de un entorno, de una comunidad. Cuando te implicas en actividades del barrio, colaboras con asociaciones o colegios, o impulsas campañas solidarias, te posicionas como un comercio responsable y comprometido

Eso te da puntos extra ante los vecinos.

  • Comunica de forma clara tu papel en la iniciativa: ¿qué haces?, ¿por qué participas?
  • Agradece públicamente a quienes colaboran contigo.
  • Muestra fotos o vídeos del evento si puedes, incluso aunque no sean de gran calidad.
  • Si haces sorteos o recogidas solidarias, informa bien de cómo participar y cuándo.

Nunca olvides que el contenido que funciona no es el más bonito ni el más viral: es el que conecta con tu cliente. 

En redes sociales, tu supermercado no tiene que parecer una gran empresa, sino una tienda real, cercana, que conoce a sus vecinos y cuida lo que ofrece. Si logras transmitir eso, tus publicaciones empezarán a dar frutos.

5 consejos extra para que tu contenido funcione mejor

Ya tienes muchas ideas, pero aquí van unos trucos para que lo que publiques llegue más lejos y tenga más impacto:

1. Publica con frecuencia (pero sin agobios)

No hace falta subir cosas cada día, pero intenta tener constancia: 2 o 3 veces por semana puede ser suficiente. Se trata de coger una rutina que al principio cuenta, pero luego te será sencillo.

2. Cuida las fotos

No hace falta que sean profesionales, pero que se vean bien: limpias, luminosas y sin fondo desordenado. El móvil basta si hay buena luz, de hecho, lo mejor es que te muestres natural y espontáneo, es lo que te hace cercano.

3. Acompaña siempre con un texto

Aunque sea corto, añade una frase que explique qué estás mostrando, o una pregunta para animar a comentar. Invita a que se comente, que te den likes, que se pasen por tu web o blog (si es que tienes), se trata de conseguir interacción.

4. Usa historias o reels

El formato de vídeo corto tiene mucho alcance. Puedes hacer mini vídeos enseñando un producto nuevo, grabar a alguien preparando un pedido o mostrar el ambiente de la tienda un día cualquiera.

Siempre recuerda, con el consentimiento de quienes aparecen en imagen.

5. Responde a los comentarios

Si alguien te escribe, contéstale. Aunque sea solo con un “gracias por pasarte”. Eso hace que tu comunidad crezca, y asegura que hay alguien detrás de la cuenta que puede atender si es necesario.

No hace falta tener miles de seguidores ni hacer vídeos virales para que las redes sociales te ayuden. Si te diriges a tu barrio con un tono cercano, mostrando lo que haces bien y cuidando lo que subes, puedes conseguir más visitas a tu tienda y una mejor imagen como comercio local.

Vasos comestibles

Envases, … ¿comestibles?

Sí. 

Se trata de una nueva tecnología que revoluciona una industria en continuo desarrollo, como la de los envases para productos de alimentación, con el foco puesto siempre en crear soluciones innovadoras y sostenibles.

Esta inesperada forma de envasado que, claro está, no se puede emplear en todos los productos, cambia la manera en que consumimos, y desechamos, los productos alimenticios.

¿Qué son los envases comestibles?

Envases elaborados a partir de materiales naturales que pueden ser consumidos junto con el producto que contienen, hechos de ingredientes seguros y nutritivos, como algas, almidón, proteínas y pulpas de frutas, entre otros.

Capas finas y continuas de material que cubren el alimento para mejorar su calidad y alargar su vida comercial, a la vez que solucionan la preocupación de los consumidores a los perjuicios, al medio ambiente, de la continua generación de desechos.

Además de ser comestibles, estos materiales son biodegradables y reducen, en gran medida, el impacto ambiental en comparación con los plásticos tradicionales.

Beneficios de los envases comestibles

Como te puedes imaginar, el principal es la nula cantidad de residuos que se genera con ellos, para evitar la montaña de desechos plásticos que terminan en vertederos y océanos.

Pero hay más que no podemos dejar pasar por alto:

Sostenibilidad

Utilizan ingredientes naturales y renovables, lo que nos lleva a ciclos de vida más sostenible.

Seguridad alimentaria

Actúan como una barrera protectora contra contaminantes, protegiendo la frescura y la calidad del alimento.

alimentos frescos

Conveniencia

Un beneficio muy importante, facilitan el consumo, ya que se comen junto con el producto, eliminado el engorro de la necesidad de desecharlo de manera adecuada en los puntos de reciclaje.

Innovación y atractivo

Aportan un valor añadido a los productos, atraen a consumidores interesados en opciones ecológicas y modernas.

Llaman mucho la atención, por lo novedoso y atractivo, de aquellos que no pueden dejar pasar las novedades del mercado.

Innovaciones en envases comestibles

Este tipo de envases que está revolucionando el mercado, poco a poco mejora, tanto en los materiales que utiliza como, en las diferentes técnicas de producción, para conseguir que estén cada vez más presentes en el mercado.

¿Qué materiales se emplean en los envases comestibles?

Los biopolímeros derivados de algas marinas, que no solo son comestibles y biodegradables, sino que también tienen propiedades antioxidantes y antimicrobianas, lo que prolonga la vida útil de los alimentos.

Películas comestibles a partir de proteínas de suero de leche, eficientes en la barrera contra el oxígeno, lo cual es esencial para mantener la frescura de los alimentos.

Las fibras de celulosa derivadas de residuos agrícolas, envases robustos con una barrera efectiva contra la humedad

¿Qué técnicas se emplean en los envases comestibles?

La impresión 3D da paso a la creación de envases comestibles con diseños personalizados, y estructuras complejas, imposibles con los métodos tradicionales, así, además de ser más funcionales, se consigue una presentación visual atractiva.

La nanoencapsualción, incorpora micronutrientes y compuestos bioactivos para mejorar sus propiedades nutricionales, al liberar gradualmente antioxidantes, sabores o aromas.

Por último, la extrusión, especialmente útil en envases flexibles, y el moldeo por inyección, ideal para formas rígidas.

6 ejemplos de envases comestibles

Por último, te dejamos unos ejemplos de envases comestibles que ya hay en el mercado y que, seguramente, dentro de poco tiempo, se verán acompañados de muchos otros.

1. Ooho! de Notpla

Una cápsula comestible diseñada para contener líquidos, creada por la startup Notpla, de alginato de sodio, un biopolímero derivado de las algas marinas.

Se utilizan principalmente para contener agua y otras bebidas en eventos deportivos y festivales, eliminando la necesidad de botellas de plástico.

Biodegradables y se pueden consumir completamente.

2. Películas de quitosano

A partir de la quitina, que se encuentra en las cáscaras de crustáceos, tienen propiedades antimicrobianas y antioxidantes.

Se utilizan para envolver frutas y verduras, prolongando su frescura, biodegradables, como los anteriores.

Colaboran en la reducción de desperdicios al alargar la vida “consumible” de los productos frescos.

3. Envases de proteínas de suero de leche

Transparentes, flexibles y con excelentes propiedades de barrera contra el oxígeno, para envolver productos lácteos y otros alimentos que necesitan protección contra el oxígeno para mantenerse frescos por más tiempo.

Una alternativa ecológica a los envases plásticos convencionales.

4. Biopelículas de almidón de maíz

Flexibles, pueden ser utilizadas como envoltorios comestibles, biodegradables y seguras para el consumo humano, para envolver snacks y productos secos.

5. Vasos y platos comestibles de hoja de areca

A partir de hojas de palma de areca, son completamente naturales y comestibles, fuertes y resistentes al calor, utilizados en eventos y catering, sin generar residuos plásticos.

Es una manera de ofrecer una experiencia de consumo diferente que no produce un impacto ambiental negativo.

6. Cucharas comestibles de bakeys

Hechas de harina de arroz, trigo y sorgo, en varios sabores y son completamente comestibles, para alimentos tipo sopas o postres.

Una vez que has terminado puedes comerte la cuchara que has utilizado, la mejor solución para acabar con los cubiertos desechables de plástico.

La cantidad de desperdicios que se producen en el planeta cada día es una preocupación global y entre todos debemos intentar que sea lo menos posible.

En el sector de la alimentación, que junto con el textil es uno de los que más genera, los pasos que se están dando para conseguirlo, son enormes, prueba de ello son estos envases comestibles que poco a poco se están siendo más habituales para los consumidores.

Estrategia pricing en supermercados

Pricing en tu supermercado, los precios “bajo demanda” 

Colocar etiquetas electrónicas es una nueva tendencia en los establecimientos de alimentación que apuestan por el precio dinámico de sus productos.

Es un sistema fácil de cambiar, de manera remota, los importes, en función de distintos factores.

¿En qué se apoyan?, en diferentes circunstancias de ese momento, como son la hora del día, la demanda, la ubicación, la competencia, y hasta los patrones de compra de los clientes.

Estamos ante una estrategia que busca adaptarse a las condiciones variables del mercado, maximizar beneficios, y,  atraer nuevos compradores.

Vamos a hablar hoy de esta nueva acción de venta, el pricing y cómo se aplica en los supermercados.

¿Qué es el pricing?

Como te acabamos de avanzar, el pricing es la estrategia de fijación de precios de los productos y servicios que ofrece un supermercado, según la demanda del mercado y cómo se comportan los clientes ante un producto, los establecimientos determinan su coste.

Es una política de precios más conocida en las ventas online, pero que, últimamente, se utiliza ya también en compras físicas.

Cada vez más supermercados, y tiendas de alimentación, apuestan por colocar etiquetas dinámicas que pueden cambiar de manera remota según consideren, con la ayuda de unos algoritmos que dan el mejor valor en cada momento.

Estos algoritmos, junto a un detallado análisis de datos, adaptan precios automática y rápidamente, según la información que consiguen en tiempo real, así, los precios fluctúan con el objetivo de aumentar la rentabilidad, y ofrecer las mejores opciones a los clientes para facilitar su elección.

Si bien es una estrategia que se aplica ya desde hace tiempo en países como Estados Unidos, en cadenas como Walmart, aquí ya no es desconocida.

El pricing en España

Ya tenemos conocidas cadenas de supermercados que aprovechan esta técnica para variar los precios de sus productos y destacar de su competencia.

Ese movimiento del valor de los productos se adaptan a dónde esté ubicado cada local en concreto y las costumbres de sus clientes, así los personalizan y puedes encontrar que una misma cadena tiene diferencias en según qué local.

El sector de los supermercados no es el que más utiliza este sistema dinámico, por el momento la forma a la que estamos habituados a ver en las estanterías es el precio marcado en un pequeño cartel, que, cambiarlo a menudo, sería algo muy difícil de realizar.

Las etiquetas electrónicas evitan todo ese trabajo, facilitan que los precios se adapten y se aproveche su mejor momento.

Podemos añadir que estamos ante un sistema de etiquetado 100 % sostenible en su manera de automatizar procesos, y ajustarse a los cambios del mercado, a cada momento se minimizan los procesos manuales de actualización de precios, lo que ahorra tiempo y desperdicio de material que se utiliza.

Impacto del pricing en la decisión de compra

El momento de la toma de decisiones es fundamental a la hora de la compra, y es en él donde impacta, tanto en consumidores como en propietarios de supermercados. 

En lo referente a los primeros, los clientes se enfrentan a una amplia variedad de productos en los estantes, y el precio juega un papel fundamental en su decisión.

En lo referente a los segundos, un precio adecuado atrae y motiva a los clientes  a realizar compras adicionales, mientras que un precio demasiado alto puede hacer que los clientes opten por buscar alternativas en otros establecimientos, o incluso, renuncien a la compra de ese producto en particular.

Es más, influye en el comportamiento del consumidor en el punto de venta, el pricing psicológico, donde los precios se ajustan para terminar en números específicos (por ejemplo, 9,99 € en lugar de 10 €), generan la ilusión de que un producto es más asequible y atrae a más clientes a comprarlo. 

Del mismo modo, las ofertas especiales, descuentos y promociones ofrecen un mayor valor percibido por el dinero gastado.

Cómo se aplica la estrategia de pricing

Estos precios dinámicos en los productos tienen varias maneras con las que se les puede sacar partido.

Promociones temporales

Ajustar los precios de ciertos productos en función de la demanda estacional, eventos específicos, días festivos o acontecimientos importantes. 

Por ejemplo, ofrecer descuentos en productos en algún hecho concreto, ya sea tradicional o puntual, el que sea costumbre una compra, por ejemplo, las torrijas en Semana Santa o los buñuelos el día 1 de noviembre.

Descuentos basados en la hora del día 

Ofrecer descuentos especiales durante ciertas horas del día para atraer a los clientes en momentos de menor afluencia, incluso con la bajada de precios en alimentos perecederos cerca del cierre.

Esto evita en gran medida el desperdicio de productos que están en perfecto estado, pero que, al día siguiente, no pueden venderse.

Ofertas personalizadas

Enviar a los clientes ofertas según sus hábitos de compra que serán las que mejor puedan aprovechar, empleando la recopilación de datos de todo eso que compra con regularidad.

Precios basados en la competencia

Ajustar sus precios para competir con otros establecimientos cercanos, igualar o superar las ofertas de la competencia y atraer a los clientes del barrio.

Ajustes en tiempo real

Utilizar sistemas automatizados para ajustar los precios según la oferta y la demanda en ese momento específico, el nivel de inventario, las condiciones climáticas locales, etc.

Cómo influye el pricing en los clientes

Es una manera de mostrar que cuentas con él y que valoras su fidelidad.

Cuando alguien ve que recibe ofertas de esos productos que más consume, o eso que es habitual en cierta época está a un precio más asequible, la imagen que tiene de ti que mejora al ver que cuentas con él, con sus gustos y necesidades.

Aumenta su percepción de valor

Aumenta su satisfacción en tu establecimiento, y su fidelidad hacia ti, cuando obtiene un mejor valor al encontrar productos en oferta, o con descuentos especiales, además de ver cómo su supermercado habitual se adapta a las nuevas tecnologías aplicando las innovaciones del mercado.

Estimulan las compras impulsivas

Las ofertas especiales y los descuentos incentivan a los clientes a este tipo de compra inmediata cuando encuentran productos que consideran atractivos por su reducido precio. 

Generan sensación de urgencia 

Las ofertas temporales y los descuentos por tiempo limitado lo consiguen, llevando al cliente a tomar decisiones de compra más rápidas para aprovechar esa oportunidad, antes de que desaparezca.

Compra personalizada

Los descuentos y ofertas personalizadas consiguen que se sientan más valorados y atendidos individualmente, mejora su experiencia de compra y fortalece su relación con el supermercado.

Aprovechar las tecnologías que no dejan de parecer, y más ahora con la incorporación de la IA a los supermercados, logra que tu establecimiento sea el local en el que confían tus clientes, y atrae a otra gran cantidad de ellos cuando ven que valoras sus preferencias y las necesidades del momento.

Una manera de adaptar los precios a las circunstancias y demanda sin que sea un trabajo extra es utilizar las etiquetas dinámicas para marcar el precio de tus productos, sorprender a tus clientes y conseguir más ventas.